Oscar Muñiz
Crecer con bienestar. Construir un mejor futuro. Optimismo y
esperanza.
Son conceptos vertidos por el nuevo pensador y guía de la
economía de Perú, Luis Miguel Castilla Rubio, actual ministro de Economía y
Finanzas.
Desde que asumió el cargo, esta es la primera vez que toma
la iniciativa de armonizar sus conceptos económicos y filosóficos en público,
por un mejor futuro para el pueblo peruano.
Sin intención de menoscabar su prestigio, ni mucho menos, pasó
de ser un cajero a ser el conductor del destino de los peruanos. Solo él y su
mentor, el presidente de la Republica, son el grial de los peruanos. Según sus
palabras “Tendremos un futuro mejor, con
una economía que seguirá destacando los siguientes años y que mejorara la
calidad de vida”.
Las razones que esgrime son, tener una política económica sensata y
prudente, una solvencia fiscal, que el Estado peruano alcance la modernidad,
cerrar las brechas y por ultimo lograr una mayor inclusión y movilidad social.
Empecemos por lo primero.
En su manifiesto titulado Cinco razones para tener confianza ,
escribe varias veces política económica. ¿Qué quiere decir con este
concepto? Sabemos que “La economía
política es aquella parte de la ciencia económica que estudia las formas y
efectos de la intervención del Estado en la vida económica con el objeto de
conseguir determinados fines” (C. Napoleoni).
Esta definición no se distingue conceptualmente de la
ciencia económica, porque estudia las formas y efectos de la intervención del
Estado en la vida económica. Sus fines los adopta como <<datos>>
del problema, sobre los que no emite un juicio moral, político o extraeconómico;
y porque la política económica es
<<una ciencia de teoremas>> o una filosofía de lo posible.
Entonces, ¿porque debemos creerle?
Desde que fuera vice ministro de hacienda del segundo
gobierno de Alan García Pérez y hoy ministro de economía con el presidente
Ollanta Humala Tasso, su ideología fue la misma, aunque chocasen frontalmente
con su manera de pensar. Mantuvo el mismo talante en los tres últimos años, tan
es así, sea como sea, el crecimiento económico del Perú cayó en más de tres
puntos porcentuales en los últimos doce meses.
¿En las últimas semanas, cambio de parecer? Si se mantiene
en sus trece, por qué maquillo su postura con eso de alianza entre el sector
estatal y privado. ¿Esto le dará resultado a su propuesta por el Perú? Lo que
llama la atención es que hace referencia a la política económica contraria en
la que cree, con la expresión el proteccionismo en nuestro vecindario (sic),
cuando el caso que le debe ocupar es el peruano.
Mejor veamos su propio planteamiento.
En el supuesto, que hasta las elecciones presidenciales del
2016 no se presente ni salga elegido presidente ningún militante o invitado de
la organización política gobernante, ¿tendrá el tiempo suficiente para reducir
la pobreza y promover el surgimiento de una clase media pujante? Esto es muy difícil,
por no decir imposible.
Las cinco razones difieren
con el discurso presidencial del 28 de julio del 2014 , pues este es asistencialista. En todo
caso ¿serán complementarios o cada uno hicieron sus propios planteamientos por
su cuenta, responsabilidad y riesgo personal, como dicen en Perú “se fueron por
la libre”? ¿Su estrategia será tomar distancia de lo dicho por el presidente,
de cara al conglomerado global de la economía?
Según el autor de las cinco razones, los peruanos –empresas,
entidades financieras, familias y gobierno- somos afortunados por tener
profesionalismo, donde incluye hasta el propio Banco Central de Reserva del Perú,
¿tal vez devolviendo el gesto diplomático al presidente de dicha entidad,
cuando se manifestó picaresco evitando criticarlo? Aun así, sostiene “Tenemos la oportunidad de adoptar políticas
fiscales expansivas que mitiguen la desaceleración económica temporal y así
recuperar el sendero del crecimiento y el progreso, dando mayor liquidez a los
consumidores y asegurando un puesto de trabajo”.
Proclama por enésima vez la modernización del Estado, para
construir un Estado eficiente y efectivo al servicio del ciudadano, lo que
permitirá entre otras cosas la promoción de la inversión, la construcción de un
servicio civil de carrera, modernizar las compras públicas, entre otros. Al
respecto, la historia de los últimos treinta años nos indica su inviabilidad en
el corto plazo, por ejemplo lo del servicio civil de la carrera en la
administración pública. Esta fue quebrada y corrompida. Dar marcha atrás solo
es posible desapareciendo las leyes que fueron dadas e implementadas en la década
fijimontesinista 1990-2000, pero no solo por el Ejecutivo, sino también con
ayuda de los legisladores. Hoy en día es imposible e improbable cambiar.
Por otro lado pretende cerrar brechas en infraestructura,
capital humano y productividad, construyendo una alianza entre el sector público
y privado. Pero, ¿alianza de que tipo? ¿Olvido la supuesta reconstrucción de
Ica-Pisco después del sismo del 2007, de los colegios emblemáticos, etc., del
anterior gobierno? El peruano de a pie sabe muy bien el teje y maneje de estas
alianzas.
Hoy que ostenta el cargo de ministro respalda la agresión
económica a los trabajadores independiente, mientras que con una mano solventa más
efectivo a los trabajadores con la otra mano les obliga a incorporarse
obligatoriamente a un fondo de pensiones, sabiendo que esta medida no está
sustentada en la filosofía de la libertad individual que Usted defiende. Otra
curiosidad. Cuando se refiere a los recursos naturales, su claridad de
pensamiento es huérfana de todo contexto ecológico y medio ambiental.
Cuando se refiere a la inclusión y movilidad social, su
política económica ayudara a vaciar la zona rural, lo cual favorecerá la producción
de la hoja de coca y por ende el narcotráfico; con la huida de los agricultores
del campo sus efectos directos se notaran en el descenso de la producción, en
el incremento de enfermedades, en la desaparición del incipiente mercado, y la promoción
del crecimiento migratorio hacia las zonas urbanas que no tengan sustento
físico ni económico para sostener una población adicional,.
Los efectos de esta política económica los veremos en las
reacciones de los sujetos económicos ante la intervención del Estado, cuando se
modifiquen los precios, como viene sucediendo; cuando arrecien las menores
cantidades de bienes y haya menos consumo, y mayores importaciones, etc. Para
ese entonces, no estará en las condiciones de millones de peruanos
pauperizados, sin empleo y sin un Nuevo Sol en el bolcillo.
Por último, los objetivos de la Agenda Nacional de
Competitividad 2014-2018(1),
será un testamento mas en nuestra larga historia económica y planificadora, en
otras palabras solo será papel mojado en
tinta o como dicen los peruanos, un saludo a la bandera.
Puede interesarte
(1) Objetivos: 1) Incrementar la
productividad y fortalecer la capacidad empresarial. 2) Fortalecimiento de la
capacidad en ciencia-tecnología y de innovación. 3) Aumento de competitividad
en gestión aduanera y comercial. 4) Poseer un sistema logístico que permita
articular la infraestructura vial, los terminales aéreos, los puertos, a bajo
costo. 5) Potenciar las tecnologías de la información y comunicaciones. 6)
Incrementar la productividad laboral. 7) Garantizar la predictibilidad y
transparencia en la gestión del Estado. 8) Promover la sostenibilidad ambiental
y la oferta de los recursos naturales.