Asesoria Economica Financiera y Medio Ambiente

15 de agosto de 2020

Cuando la economía pasa a segundo plano

 

Oscar Muñiz Corro

 

En esta época esta demás hablar de economía.

Hoy no solo es aburrido e intrascendente. Es inoportuno. Hoy la economía tiene solo dos temas a tratar: el decrecimiento y el desempleo. Si pensamos en la teoría keynesiana, esta es irrelevante.

Hay que dejar a los agoreros solazare pronosticando lo que nos espera, como si ellos ya hubieran pasado por otra pandemia. Estos se olvidan que existe experiencia en resurgir; existe experiencia en reconstruir, no esa economía tediosa y somnífera, mucho menos la economía subversiva y la economía opaca. Esta es la oportunidad de la economía humana, sino los académicos  de la economía tradicional “ya fueron”, expresión coloquial de la nueva generación que es muy apropiada usarla en estas circunstancias.

Busquemos y encontraremos. Como en medicina los galenos tendrán que incorporar los tratamientos en investigaciones sobre el COVID-19; en economía los economistas tendrán que incluir un nuevo enfoque. Es por esta razón que creemos que la medicina es al ser humano como la economía es a la sociedad.

Aseguro que la economía no está actualizada como tampoco los políticos, parlanchines, demagogos y demás agoreros.

¡Debemos prepararnos! ¡Ojala aprendamos!

Nota: Película “El precio de la codicia”. Servicio de películas sin pago.     

5 de agosto de 2020

Cuando la ideología supera la realidad

Oscar Muñiz Corro

 

El mundo fue testigo del avance y deformación sostenida de la ideología marxista.

Dice el dicho “muerto el perro, muerta la rabia”.  Este proverbio no se cumple en el caso de los comunistas.

Hasta aquí no hay nada nuevo.

El Perú, país con una diversificación productiva natural reconocida, sigue siendo un esclavo de su propia gente, de los criollos que trasladan el esquema de conquistar el poder por medio de la ley de las contradicciones, sin tener un planteamiento moderno de desarrollo económico. Ninguno de los “partido”, si se podría decir así a los actuales grupúsculos de izquierda, que no han sabido articular una mínima plataforma para desarrollar la economía e incorporar al proletariado al sistema productivo.

La incapacidad de estos grupúsculos de izquierda hacen agua por todos lados y lo único que les queda es entorpecer  a cualquier precio el desarrollo económico del Perú. De la misma manera que la ultraderecha, peligrosa e incapaz de logra aglutinar no solo a la masa de incautos, necesitados y analfabetos, sino también anexando a su ámbito de influencia a la derecha tramposa, trasnochada e improductiva de la década de 1960. Esta ultraderecha se quedó en el cambio de su membresía partidaria y en el recuerdo del otrora fundador y de su actual progenitora.

La desgracia de este país que fuera cuna de un imperio, que aporto en muchas formas al enriquecimiento de propios y extraños, y porque no decir, al pretendido implemento de experimentos políticos de los extremismos políticos, sigue profundizando el caos y su temerario existir. No es difícil comprobar, frente a la profunda crisis económica y al desarrollo de las condiciones de agravamiento del COVID-19, que el Perú está a un paso de la ingobernabilidad o simplemente esperando la aparición de un mesiánico que prometa (?) el cielo para mantener el mismo status quo.

La estocada final para llegar a la etapa de “ingobernabilidad-mesiánica” esta ad portas, junto con los actuales congresistas que no cumplen el rol para lo que fueron elegidos. Su aportación en estas horas de crisis es cero. No solo han traicionado a la amorfa población electoral que los eligió, sino también las expectativas  de la actual generación.

Si existe dios, que Dios ampare a los peruanos.


4 de agosto de 2020

Cuando morir no significa nada


Oscar Muñiz Corro

 

Hemos sido testigos de desgracias ajenas y personales. Cuando no es así las hemos visto por tv, periódicos o simplemente nos contaron.

Personalmente conozco la pérdida de un gran amigo no por coronavirus; hombre afable, íntegro y risueño. Con sus ochenta años su carácter era envidiable. Las bromas y la libertad de ser uno se respiraba cuando uno estaba acompañándolo en su hogar, junto a su familia incluidos los nietos o, en el bar de nuestra preferencia. He sentido su respeto y su  aprecio. Expresivo, acomedido y excelente persona. Ese fue Jaimito mi “hermano” mayor.

Este coronavirus nos cambió la vida. Miles de personas no lo creen así. Unos por necesidad otros por irresponsables, aunque todos tendremos nuestro final.

Ver a los políticos privilegiar intereses de grupos partidarios, es por decir lo menos una estupidez. ¡Allá ellos! La sociedad no merece este trance donde las ideologías ocupen lugar preponderante.

En estas circunstancias no hay dinero que valga. Solo nos resta usar mascarillas y exigir distanciamiento de dos metro por los menos.