Oscar Muñiz
Resumen
El Perú,
desde su independencia en 1821 tuvo como división política los departamentos,
que no son más que porciones de territorio, debidamente demarcados en algunos
casos, que obedecen a creaciones sea esta por presión de la población o por
propuesta gubernamental.
Esta delimitación
geográfica que fuera el sustento del desarrollo provincial, departamental y
nacional quiso ser sustituida por una demarcación más moderna que obedeciera a
una delimitación más acorde con las características climáticas, ecológicas, demográficas,
de infraestructura, y demás atributos.
En este
sentido la regionalización como herramienta de ayuda al desarrollo cumplía
ampliamente con tales requisitos, independientemente de los complicados
reclamos, exigencias de la población. Sin duda en la regionalización se creyó
encontrar la solución a los problemas históricos los cuales impedían dar un
paso hacia el desarrollo del potencial nacional.
En este
devenir la tergiversación del concepto de la regionalización se desvirtuó,
principalmente por la creencia sin límites en el licito proceder de los lideres
y administradores, sin percatarse que muchas de las ineficiencias fueron y son
producto del uso indebido del poder, del ilegitimo uso de los instrumentos
legales de la administración pública y privada, y del nivel de corrupción de
algunos grupos seudo políticos a administrar la riqueza nacional.
Una experiencia trunca
La regionalización es un instrumento para contribuir con el
desarrollo socioeconómico, utilizado en países-naciones para ayudar con la
modernización no solo de la administración de un ámbito geoeconómico sino
también a dinamizar áreas de la economía nacional en beneficio del desarrollo y
crecimiento económico.
En la segunda mitad de la década de 1980, el Perú no fue
ajeno a esta propuesta, si bien es cierto que anteriormente hubo instituciones
y trabajos académicos que planteaban propuestas de regionalización, cada una
con una visión y metodología segura de su oferta.
Por aquel entonces, 1985-1990, estas fueron las regiones
creadas:
REGIÓN
|
LEY
DE
|
ÁMBITO (Departamento)
|
Grau
|
24793
|
Tumbes-Piura
|
Amazonas
|
24794
|
Loreto
|
Nor Oriente del Marañón
|
24874
|
Lambayeque-Amazonas-Cajamarca
|
Ucayali
|
24945
|
Ucayali
|
Inca
|
24985
|
Apurímac-Cusco-Madre de Dios
|
San Martin-La Libertad
|
24986
|
San Martin-La Libertad
|
Los Libertadores-Wari
|
25014
|
Ayacucho-Huancavelica-Ica
|
Andrés Avelino Cáceres
|
25020
|
Huánuco-Pasco-Junín
|
Chavín
|
25021
|
Ancash
|
Arequipa
|
25022
|
Arequipa
|
Moquegua-Tacna-Puno
|
25023
|
Moquegua-Tacna-Puno
|
Lima-Callao
|
-.-
|
Lima-Callao
|
Finalizada la década de los ochenta el total de población en
las regiones era de 21791.5 miles de habitantes. Actualmente son 30 millones de
habitantes en 24 regiones. En aquella
época como hasta ahora el centralismo de Lima producía serios estragos en el
desarrollo del país como lo sigue haciendo en la actualidad, con un agravante
sin precedentes, la presencia masiva de la corrupción en la mayoría de las
regiones.
En el Perú se han producido importantes cambios en la
distribución espacial de la población, siendo la región de Lima-Callao la que
mayores transformaciones ha experimentado al crecer, desde el 15% en 1940 hasta
el 30% en 1981, situación producida por el centralismo económico, político,
administrativo y de servicios, dando un incremento considerable en los servicios,
para los pobladores asentados en los pueblos jóvenes o barriadas, nombre que se
le dio a los asentamientos marginales o periféricos creados básicamente por la
población migrante de la Sierra desde 1950, y acentuándose desde 1980 a causa
del terrorismo.
En los últimos 25 años el Perú se retrotrajo a una situación
mucho más grave que en los tiempos previos a la regionalización de los años
ochenta. Pero para tratar este tema y guardar las formalidades, diremos que son
tres fuentes las que guardan relación directa con la actual regionalización. La
Constitución Política del Perú 1993 (Artículos del 188 al 193), la Ley de Bases
de la Descentralización, y la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales. Es a esta última
a la que nos referimos.
Citemos algunas palabras de algunos políticos de la época
2002-2003: Necesitamos caminar con paso
firme pero responsable hacia la descentralización, porque nadie desea que este
proceso naufrague en la impaciencia y en la intolerancia. La descentralización
es una de las reformas del Estado más históricas que iniciamos: hagamos que
tenga éxito. Alejandro Toledo Manrique,
Presidente de la Republica 2001-2006. Ha llegado la hora de reencontrar la democracia con la justicia social;
ha llegado la hora de que la política y los políticos demostremos que nuestras
decisiones no están hechas en función de
las necesidades de nuestros partidos o las nuestras, sino en función de las
necesidades de la ciudadanía. Esto, y cambiar la estructura productiva y
aumentar el PBI en cada departamento, son los desafíos más importantes de la
descentralización, Luis Solari de la
Fuente, ex presidente del Consejo de Ministros. Hemos ingresado al proceso
de regionalización del Perú impulsado principalmente por el Parlamento. Si hay
algún responsable, si hay algún impulsor, si hay algún promotor del proceso de
regionalización que ha empezado en el Perú, es este Parlamento que comenzó en
el 2001 y esa responsabilidad que asumimos, y de la que nos sentimos
orgullosos, es porque estamos convencidos que descentralizar el poder y repartir la distribución de la fuerza es lo
que hará la democracia más eficiente; queda todavía un largo camino, pero no
vamos a retroceder, Carlos Ferrero
Costa, presidente del Congreso de la Republica.
Diremos que la diferencia entre la regionalización de los
años ochenta con la del 2002 radica en el numero de regiones y en su
organización. La primera es la agrupación en ciertos casos de dos o más
departamentos, mientras que la segunda existe una igualdad entre el numero de
departamentos y de regiones. La burocracia se agiganto, lo mismo que el
descontrol fiscal y administrativo.
En la actualidad basta remitirse a los periódicos de
circulación nacional para comprobar la desastrosa situación de la mayoría de
regiones. Los casos de corrupción son contados por cientos. Los fraudes,
estafas y demás actos de corrupción no solo contra el Estado, también contra la
población en general son de nunca acabar.
No es cuestión de hacer un listado del pésimo manejo
financiero y presupuestal de las regiones, como tampoco es indispensable listar
con nombres a los responsables, solo basta mencionar el caso Orellana para
dimensionar la envergadura delincuencial en los gobiernos regionales como en el
gobierno central.
El Articulo 10°, de la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales,
sobre competencias exclusivas, son tan amplias las prerrogativas dadas a los
gobiernos regionales que sobre paso la capacidad humana para gobernar lícitamente,
al igual que los Artículos 15° y 21°, sobre las atribuciones del Consejo
Regional y de la Presidencia Regional.
Sobre la gestión regional, es el Artículo 34° Promoción de
la inversión privada en proyectos y servicios, es la puerta abierta al drenaje
de las oportunidades del desarrollo regional, hacia los grupos individualizados
y personal. Es más, todo queda reforzado por el régimen económico y financiero
regional que en sus artículos del 72° al 74°, en muchos casos sobre pasa la
capacidad técnica y profesional en muchas regiones, aunque exista la previsión
del caso en los artículos del 86° al 88°, sobre el plan de capacitación a nivel
regional.
No quepa la menor duda que la Ley Orgánica de Gobiernos
Regionales, fue rebasada, sobre pasada, por una realidad adversa a los
intereses de la ciudadanía, y con un claro propósito, el del enriquecimiento
ilícito.
Urgen las sanciones judiciales para los responsables. Urgen
las modificaciones a la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales.