Oscar Muñiz
Desde el 2009 he dedicado algún tiempo al caso chileno. Este
interés es desde el punto de vista de un ciudadano peruano que se encuentra
medianamente informado con la política exterior chilena, con los acontecimientos
económicos, y con el último hecho histórico que emano de la Corte Internacional
de La Haya, respecto al límite marino entre el Perú y Chile.
En estos ultimos seis años no existieron atisbos de buenas
intenciones de parte de Chile hacia el Perú,
comenzando por el primer mandatario, sea este hombre o mujer. Lo curioso es que
todas las iniciativas de enemistad de Chile hacia el Perú se dieron cuando la
actual presidente Michel Bachelet era ministra o presidenta de esa republica.
La historia aun fresca de las relaciones peruano-chilena
siempre estuvieron manchadas de actos inamistosos por la parte chilena, de ahí el
origen de la repulsa, desconfianza y hasta animadversión del pueblo peruano por
todo lo que sea chileno.
En el ultimo acontecimiento histórico que grafica esta
desconfianza se encuentra el fallo de La Haya de enero del 2014, hecho
internacionalmente visible que dio la razón al Perú en su demanda contra Chile.
Del lado peruano no es menos el desinterés que se le tiene a Chile, aunque las
relaciones se movilizaron entre los extremos de una súbita reivindicación
peruana como hasta el enfriamiento total de dichos actos.
Por cierto como todo peruano cierro filas al lado de los
presidentes peruanos que en su momento plantearon las relaciones con Chile, en
base a lo que consideraron lo mejor para el Perú. Diré, así no esté de acuerdo
con las política exterior guiada por el presidente en ejercicio fui firme en no
mencionar ni una sola palabra en su contra. Así lo seguiré haciendo.
Tampoco hare referencia a aquellos que no supieron guardar
los secretos, y mucho menos estigmatizar a las FFAA peruanas. De ninguna
manera. Estos problemas que lo ventilen las autoridades con criterio sujeto a
lo que la ley manda, sin publico alguno y mucho menos a vista y paciencia de
los chilenos. Si fuese el caso, el o los involucrados en este caso de espionaje
si quieren acortar su vergüenza, podrían ejercer el derecho que todo hombre de
bien y caballeroso haría.
Nosotros lo peruanos somos dignos en tomar las decisiones
que nos convengan. Esta es la hora de la fortaleza de espíritu para encarar
este episodio.
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