EL mar chileno, la reclamación antártica y el mar presencial |
Chile está situado en América del Sur entre los paralelos 17° 29´ S hasta los 56° 32´ S de latitud sur. Sin embargo en la difusión mediática se define asimismo como país tricontinental, se refieren a un Chile americano o continental, a un Chile antártico y a un Chile oceánico, que posee un mar territorial, una zona económica exclusiva, un mar presencial y un espacio aéreo, lo cual le permite diseñar (?) lo que llaman la soberanía nacional, ejerciendo una total y exclusiva autoridad.
El 30 de mayo de 1974 el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno, con Decreto Supremo Nº 346, oficializó el nombre Mar de Chile. En 1986 con la Ley N º 18565, modificó sus normas legales para ordenar su aparato jurídico en función de la Convención del Mar. En 1991 con la Ley N º 19080, definió sin sustento legal y unilateralmente el “mar presencial” de Chile. Es así que en base a todos los cambios logró clasificar la zona marítima chilena en Mar Territorial (primeras doce millas marinas unos 100,000 Km2); la zona contigua (12 millas marinas, contadas desde el borde extremo del mar territorial, unos 3´000,000 Km2); y el Mar Presencial (zona de Alta Mar).
Algunos definen al mar presencial como aquella parte de alta mar, existente para la comunidad internacional, entre el limite de la zona económica exclusiva continental y el meridiano, que pasando por el borde occidental de la plataforma continental de la Isla de Pascua, se prolonga desde el paralelo del hito Nº 1 de la línea fronteriza internacional que separa Chile y Perú, hasta el Polo Sur.
Sin embargo la Armada chilena define el patrimonio oceánico de Chile como, la inmensidad del océano que baña su litoral que posee en el continente americano y asiático, además de sus islas esporádicas y una avanzada insular en la Polinesia. Este territorio está conformado por dos franjas acuáticas, con su suelo y subsuelo marino y con distinta connotación jurídica según el Derecho Internacional Marítimo (Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, Montego Bay, Jamaica 1982): el mar territorial de doce millas de anchura que comprende todas las aguas adyacentes a sus costas, donde la soberanía nacional es absoluta; y la zona económica exclusiva, que abarca hasta las doscientas millas desde las riberas o de las “líneas de base rectas” (limite externo de las aguas interiores: golfos, bahías y canales) donde los derechos soberanos de Chile solo se ejercen como propiedad exclusiva de todos los recursos vivos o minerales existentes sobre la plataforma continental de esas aguas y en su lecho y subsuelo. Esta área comprende 2´400,000 Km2. Además Chile tiene privilegio exclusivo en la plataforma submarina de 350 millas alrededor de las Islas de Pascua y de Salas y Gómez .
Toda esta superficie constituye una zona de especial importancia para Chile, como afirma la Armada de ese país, cualquier actividad que desarrollen otras naciones podría afectar el patrimonio chileno o amenazar su seguridad. A este espacio oceánico los chilenos le denominan mar presencial, porque le representa realizar actividades económicas que contribuyen a su desarrollo o para cautelar los intereses de la nación.
Para el asombro y estupor de los entendidos habría que subestimar la expresión de la Armada chilena cuando dice, “como resultante, al incorporar su mar territorial al espacio geográfico de Chile, la zona económica exclusiva y el nuevo concepto de “mar presencial” se configura una dimensión amplificada de territorio oceánico, en el cual cabe realizar una intensa actividad económica, científica y recreativa”. Llamamos la atención sobre el término “nuevo concepto”, porque el ingenio mapocho introdujo el concepto de “mar presencial” para fortalecer la necesidad expansionista que desde su creación como país viene realizando.
Es por esto que Chile pretende potenciar su ubicación geográfica para que favorezca su contacto comercial Asia-Pacifico y con esto vincular a las economías asiáticas que tienen gran vigor económico con las de Bolivia, Brasil, Paraguay y Argentina.
Ahora bien, porqué Chile se arma. Para defender lo que la razón no le otorga y por la necesidad de supervivencia, sino veamos sus ultimas adquisiciones en armas entre los años 2000 y 2005: buques de guerra Spruence, destructor DD992 “Fletcher” de tipo Spruence; misiles Tomahawk, AGM-88 y POD de control de tiro ASQ-213, Amraam, Arpón, antiaéreos Sea Starrow; aviones Mirage 50, Mirages 5ba, Northrop F5E/F, Casas A-36/T-36, Cessna A-37, F-16; tanques Leopard, Súper Sherman M-50; submarinos Simpson, oceánicos Thomson, entre otras adquisiciones.
Luís Kohler Gary, capitán de corbeta, ingeniero naval eléctrico y oficial de estado mayor de la armada chilena, en su publicación “El Mar Presencial de Chile, Su Desafío Actual” traza esquemáticamente el sustento que según el autor Chile tiene como opción: la libertad de comercio, el respeto a la auto determinación, la inviolabilidad de los tratados, el respeto internacional y el fortalecimiento del derecho, todo esto en base a su ficción de poder. Para este autor en el ámbito del desarrollo la conciencia y la educación marítima son postulados que no se pueden ignorar, ni la pesca como actividad económica sustentable, como tampoco la investigación científica marina que es parte del binomio inseparable de la explotación de los recursos. Por lo tanto, recomienda que Chile potencie el desarrollo de la pesca en el Mar Presencial, que participe en el mayor número de organizaciones internacionales además de que posea un poder naval preparado ante situaciones de conflicto.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, aunque vaya contra el derecho internacional.
De cara a todo esto Juan José Freire Roncagliolo en su escrito titulado “Chile: El Libro de la Defensa Nacional ” expone de manera clara y con sencillez el atrevimiento chileno con eso de “mar presencial”, cuando dice, “Chile, con su diplomacia astuta pero ilegal desarrollada por sus políticos en su política exterior, ve su expansión por el mar con su teoría del mar presencial, sin honrar el Tratado de Paz y Amistad que suscribió con Perú el 20 de octubre de 1883. Bien se dice que entre países no hay amistad, solo intereses”.
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