Oscar Muñiz
Corro
No es
ninguna afirmación gratuita decir que el mundo cambio cuando dejó de existir o
mejor dicho desapareció la URSS y con ella toda la Europa oriental más el Muro
de Berlín. Hoy, estos hechos para muchas personas que suman millones no
significa nada, tal vez solo un dato, a lo sumo, estadístico. Para otros, la
minoría, significo y significa el fin del oprobio, la conclusión del permanente
acoso del comunismo en zonas no solo del Asia también del Centro y Sur
Americana.
1918, la
cumbre del comunismo, se vio coronada varias veces con la repartición de medio
mundo, con el “triunfo” de la revolución comunista en Cuba.
En América
del Sur aparecieron nuevas interpretaciones de la realidad económica con
autores que se dedicaban al estudio del desarrollo económico y de la política económica,
apareciendo grandes aportes de los centros de estudios de México, Argentina o
Brasil.
Las décadas
de 1950 – 1970 dejaron un legado valioso sobre la preocupación y aspiración de los pueblos que hasta la
década de 1990 se les denominaba subdesarrollados o tercermundistas; hoy conocidos
como economías emergentes.
Todo cambio,
incluida la manera de ver y conceptualizar el mundo, el mundo económico, su
sociedad, las relaciones internacionales, la participación ciudadana, el
individualismo social y personal.
No más se
esforzaron por el tratamiento de los asuntos del desarrollo económico bajo la
influencia del esquema bipolar. La planificación centralizada perdió todo
interés, porque no decir fue un fiasco y con este el fracaso de los científicos
sociales que aportaron sus ideas para ir en busca del desarrollo económico tan
esperado.
La aparición
cada vez más definitoria de la tecnología fue sin duda la espoleta que arruino las aspiraciones y
planteamientos de todo vestigio de la programación planificadora centralizada.
Hoy nadie se acuerda, mucho menos es nombrada.
Insisto en
el hecho histórico de la desaparición de la URSS porque permitió encontrar
nuevos caminos para el desarrollo. Sin embargo aún queda el esquema de
explicación del imperialismo. La lucha de antaño logro su anclaje en la manera
de explicar los fenómenos económicos, sociales y políticos de estos tiempos.
El mundo
cambio y con este cambio lo académico, el fundamento pensante. Sin embargo para
muchos los antiguos argumentos políticos siguen teniendo vigencia.
El reemplazo
de la URSS es China. Se lazan loas a su “progreso” y desarrollo, producto de su
“libertad”, cuando no existe respeto por los derechos humanos ni del medio
ambiente.
Si en algo
cambio el mundo fue en la defensa del medio ambiente, el apoyo a las
tecnologías limpias. Sin duda falta mucho para contar con un cuerpo orgánico y
definido del camino hacia el desarrollo en donde se dejen de usar los añejos
argumentos.
Hagamos un
esfuerzo por dejar los argumentos del subdesarrollo. Hagamos esfuerzos por
sistematizar los nuevos problemas que hoy vivimos. Hagamos esfuerzos por
reconocer que en este mundo existe riqueza que permitirá erradicar la pobreza
tal cual siempre se mostro.