Oscar Muñiz Corro
Actualmente, se habla sobre los grandes cambios que se producirán
a nivel mundial. Desde 1989 en que desapareció la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) el mundo dio un gran giro hacia la
flexibilización sin darse cuenta que se gestarían grandes cambios que
actualmente afloran con mayor nitidez.
Primer cambio, se efectuará en el poder económico, lo que
implicará un cambio político. El cambio económico se iniciara en las economías desarrolladas debido a que
ellas generaron el 57 % de la producción mundial y en el año 2014 la proporción
solo será del 37 %. Lo resaltante en este aspecto es que China incrementara su
participación del 7 % al 21 %, mientras que el resto de países emergentes de
Asia consolidarán el 39 % de toda la producción mundial. En cambio EU solo
representara el 14 % y la UE el 15 %.
Segundo cambio, la rivalidad entre las potencias
occidentales y China. Actualmente se incrementara tal cual lo estamos viendo.
Para comprender esta transformación solo hay que prestar atención al trato que
le dispensan los EUA y la UE, cuando califican a China, el primero como un
“competidor estratégico” y el segundo la llama la “competidora económica en la
búsqueda del liderazgo tecnológico”.
Tercer cambio, es la asencion de la política populista en las
economías desarrolladas, caracterizada por la desconfianza hacia la pericia
tecnocrática, afectando la credibilidad de las instituciones tecnocráticas
nacionales (bancos centrales, instituciones tecnocráticas internacionales).
Cuarto cambio, se refiere a la desaceleración de la
globalización y el comercio. Actualmente se comprueba cuando el comercio y la
producción crecen a ritmo similar, cuando anteriormente el comercio se
incrementaba al doble de rápido que la producción mundial.
Quinto cambio, relacionado con la tecnología (Internet y
progreso en inteligencia artificial) esta sigue siendo la fuerza del
crecimiento económico, aun habiendo sido responsable de vulnerabilidades y
trastornos (ciberataques, cambios masivos
en los mercados laborales).
Sexto cambio, aumento de la fragilidad financiera,
aumentando la relación entre la deuda y la producción bruta y, pasando la deuda
del ámbito privado al público.
Séptimo cambio, aparición del “estancamiento secular”, que
es la debilidad de la demanda frente la combinación de la baja inflación y los
tipos de interés reales y nominales que son ultra bajos.
Octavo cambio, el cambio climático es un tema siempre en
asenso dentro del campo político. Al respecto, el FMI vaticina que el cambio
climático tendrá efectos importantes en las estrategias de desarrollo y
políticas macroeconómicas en todos los países pero en particular en los países más
pobres y vulnerables.
Mientras esto sucede en el mundo, el Perú es una olla de
grillos. Paso mucha agua bajo el puente, pero por fin concluyo el bochornoso
espectáculo que ofreció el Congreso Nacional durante dos días (4 y 5 de junio
2019), cuando el poder ejecutivo
presento y sustento una acción de confianza, el cual incluía implícitamente un
arriesgando cierre del Congreso. En
estos dos días cada grupo político dijo su verdad (?) a su manera, sin
percatarse que traslucían su falta de dominio escénico. La repetición hasta el
cansancio de los mismos estribillos políticos se condecían con la realidad por
la atraviesa la economía peruana y el ciudadano peruano. Nadie es ajeno a la
estupidez dicha por el actual ministro de justicia, cuando propuso que el
Estado peruano retome su calidad de gestor económico en las diferentes
actividades productivas, estando de acuerdo con el grupo pro comunista que
insiste en el regreso a su añorado tiempo pasado y en la conversión del Perú en
otra Cuba y Venezuela más.
Hay una frase que sintetiza la inquietud nacional “en qué
momento se jodió el Perú”. Hoy es una certidumbre. A falta de un compromiso
nacional el Perú seguirá jodido, hasta que los herederos de la política colonial
y la burguesía parasita mantengan su statu quo.
Referencia: FMI