Asesoria Economica Financiera y Medio Ambiente

30 de septiembre de 2014

Perú: Elecciones municipales








Oscar Muñiz


Una vez más se repite el rito electoral para elegir a las autoridades municipales distritales y provinciales en todos los departamentos del Perú.

De los políticos que son testigos de los azarosos días pre electoral se encuentra el doctor Luis Bedoya Reyes, quien fuera alcalde elegido en 1964 (primer alcalde por votación popular) y 1966. Fundador del Partido Popular Cristiano (PPC). Hombre lucido y directo, dice de la política “ANTES DE VOLVERSE INDECENTE, LA POLITICA PERUANA SE VULGARIZO. COMENZO A VULGARIZARSE ENLA CONSTITUYENTE CON EL VOTO PREFERENCIAL PORQUE ERA EL PRIVILEGIO DEL DINERO, ERA EL COMPROMISO POLITCO TRANSFORMADO EN OBEDIENCIA COMPRADA”.

Exactamente, la política peruana es vulgar e indecente. Habría que añadir que hoy es guarida de mangantes y tramposos. Desde que se utilizo la mentira como argumento político, de esto hace veinte y cuatro años, adquirió estatus de legitimidad. Político que no miente no gana, por lo menos no llega al puesto pretendido, sea la presidencia de la republica, alcalde distrital o provincial o presidente regional. Solo es menester ver al Congreso de la Republica transformado en madriguera de cacos.

La desvergüenza es otra artimaña de los políticos, después de todo, quién puede creer en los políticos. La gran mayoría de ellos no cumplen con su palabra, dicen querer hacer una cosa pero hacen todo lo contrario; ofrecen el oro y el moro tan solo para sus patrocinadores, sus financistas y su más próximo entorno; en cuanto a sus electores, todos pueden irse al cuerno.

¡Cuanta responsabilidad hay en los que eligen a sus representantes! No cabe duda que los electores olvidan, creen que eligiendo a un político de este estilo han cumplido con su obligación cívica. La sentencia popular “roba pero hace obras”  es la patética realidad de un 59% de limeños que apoyan esta opción.

Referirse a problemas tan importantes como los señalados es ver en su real magnitud la crisis peruana. No existen partidos políticos, existen los grupúsculos políticos conformados por miles de aspirantes a los puestos de alcalde, regidores, presidentes regionales; son una amalgama de interesados en apoderarse de las arcas fiscales. La ingobernabilidad se añade al caos y el Perú se diluye ante la metástasis política. 

En Santiago de Surco, distrito prospero y singular de la gran Lima, Juan Manuel del Mar Estremadoiro encarna esta situación, volviendo a postular a la alcaldía de este distrito. Han pasado cuatro años desde que dejo el cargo de alcalde, no siendo reelegido, olvidándose el desastre de su gestión. Su responsabilidad política y ciudadana consiste en haber permitido la entronización de la corrupción en la administración edilicia, cuando se apodero de las gerencias más emblemáticas de esa municipalidad, especialmente la Gerencia de Desarrollo Urbano, la Subgerencia de Licencias y Autorizaciones Urbanas, y la Subgerencia de Fiscalización.  Fueron años de desasosiego e inseguridad para los surcanos.




Actual Alcalde del distrito de Santiago de Surco



Del Mar, como sus más allegados colaboradores perjudicaron a los vecinos con las construcciones de edificios en zonas de alto riesgo, haciendo caso omiso a los dictámenes técnicos, y utilizando el poder en su beneficio. Dejo de lado a la población en riesgo, inmovilizo a las fuerzas del orden frente a la delincuencia y dejo desbalances. 

En estas elecciones del 5 de octubre 2014 nuevamente y por tercera vez, Juan Manuel del Mar Estremadoiro, vuelve a la carga para reinstalar su manejo despótico y a su camada de forajidos.

Vecino del distrito de Santiago de Surco, evita marcar en la boleta electoral por Juan Manuel del Mar Estremadoiro.






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