Asesoría Económica-Financiera y Medio Ambiente

15 de enero de 2010

UN HECHO REAL

Como es de público conocimiento Lima fue invadida durante el año 2009 por la avalancha de construcciones de edificios. La oferta de inmuebles antiguos, dueños de casas que se veían sobrepasados en sus necesidades; constructores hambrientos por hacer negocio; gobiernos locales necesitados por incrementar los ingresos municipales; los colegios profesionales involucrados tanto en la aprobación del diseño arquitectónico como de la construcción, son organismos de tapadera a la mediocridad de tantos profesionales que lo único que pretenden es hacer dinero a costa del resto. En medio de todo este mundo saturado de sinvergüenzas, mediocres e incapaces se encuentra y se encontrará el vecino, que fue, es y será el que pague todos los estropicios: daños a la salud de las personas, daños ambientales, daños a los inmuebles, daños al ornato y vía pública, entre otros daños.

Aquí proporcionamos una prueba real de lo sucedido en la construcción del edificio ubicado en Santiago de Surco-Lima-Perú, para que tenga cuidado cuando un hampón constructor comience a construir un edificio al costado de su vivienda. A manera de ayuda le proporcionamos algunos gastos que tendrá que hacer obligadamente : tiempo que tiene que invertir ante la autoridad municipal en su reclamo, mínimo un año; cartas notariales mínimo $ 120; transporte, mínimo $75; llamadas telefónicas; fotocopias; fotografías; daños a su vivienda (suciedad, polvo, tierra, ruidos, maltrato de pintura externa de su vivienda, permanente presencia de gente ajena al vecindario, ingenieros civiles delincuentes, etc.) cientos de dólares; otros (ojo no incluye coimas). Nos reservamos los nombre del dueño del edificio, del responsable de la obra civil y del arquitecto, pero téngalo por seguro que son personas de la peor calaña; contamos con pruebas (cartas, denuncias policiales, denuncias radiales).

Si bien es cierto que desde el punto de vista de la economía la información es relevante, nos interesa sobremanera dejarla de lado, debido a que mantiene el componente polémico y disociador de la ética.

Juzgue usted.