Son
tres países sudamericanos que cultivan la hoja de coca son Colombia, Bolivia y Perú.
La
Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito – UNOCD desarrolla trabajos junto a los estados para limitar dentro de las
posibilidades la erradicación de este cultivo.
El
cultivo de la hoja de coca y el narcotráfico es un binomio inseparable, pues
uno no puede sobrevivir sin el otro. Fue todo lo contrario en épocas pasadas –siglos
xix hasta la mitad del siglo xx- en que la hoja de coca estaba limitada al
consumo tradicional de un segmento de la población, especialmente la población autóctona
y el uso del derivado que era para uso recreacional de las elites o usado en
las investigaciones científicas para la curación no convencional de algunas
enfermedades.
Hoy,
ampliado el mercado, masificado el comercio del derivado de la hoja de coca,
este tipo de consumo supero largamente al
consumo tradicional, constituyéndose como uno de los problemas más importantes
y alentado por la falta de empleo.
El
empleo como tal es vital en economías como la colombiana, boliviana o peruana,
este es el antídoto efectivo para limitar y controlar la comercialización y el
consumo de los derivados de la hoja de coca (pasta básica y el clorhidrato de cocaína)
que año tras año crece en países desarrollados europeos, en Norteamérica y
entre la población del mundo en general. Sin embargo las políticas económicas empleadas
en los países productores de hoja de coca limita la creación de puestos de
trabajo legal, incentiva el desplazamiento de la mano de obra hacia las
regiones productoras de hoja de coca e incrementa los índices de criminalidad
que de por si son alarmantes.
Hoy
más que nunca se evidencia que la economía colombiana presenta resquebrajamientos
serios en el sector agropecuario, transfiere delincuencia armada y sicarios, contrabandistas,
prostitución, bandas que ejercen el comercio sexual de personas menores. Mucho de estos problemas son
trasladados por las propias mafias a diferentes ciudades latinoamericanas como
Lima. Otro caso tan grave como el reseñado es el de México.
Colombia
y el cultivo de hoja de coca
1. Área de
cultivo de hoja de coca en 2012: 48,000 Ha
2. Área de
cultivo de hoja de coca en 2011: 64,000 Ha
3. El cultivo
de hoja de coca afecta a 23 de los 32 departamentos del país.
4. El incremento
mayor se produjo en Santander, Caquetá y Choco.
5. El 80 % de
los cultivos de hoja de coca se encuentran en 8 departamentos. Los
departamentos con mayor descenso de área
cultivada con hoja de coca son Nariño, Putumayo, Guaviare y Cauca.
6. En el 2012
se erradicaron 30,500 Ha con cultivo de hoja de coca y se pulverizaron desde el
aire 100,500 Ha. Esta tarea hizo disminuir el sembrío de hoja de coca de
135,000 Ha a 48,000 Ha en el 2012.
7. El valor
estimado de la hoja de coca y de la pasta básica de cocaína en el 2012 se
estimo en US$ 370 millones que en el 2011 era de US$ 422 millones lo cual
representaba el 0.2 % del PBI nacional y el 3 % del PBI agrícola.
8. El
rendimiento de hoja de coca por hectárea disminuyo, como también el número de
familias que se ocupaban en ellas de 62,400 en el 2011 a 60,600 en el 2012.
9. Desde el
2005 se recuperaron los precios casi en un 10 %.
10. La producción
del clorhidrato de cocaína vario entre 240 y 377 toneladas. Se puede calcular
que en el 2012 fueron 309 toneladas, mientras que las incautaciones en el 2011
fue de 156 toneladas y en el 2012 de 188 toneladas.
11. El ingreso
bruto promedio de un agricultor por la venta de la hoja de coca es de US$ 1,220
anual. El 30 % de agricultores se encuentra involucrado en la conversión del
cultivo de hoja de coca o sustitución de cultivos.
12. Las
inversiones del 2012 son de US$ 250 millones en el marco de la Política de Consolidación
del cultivo de la hoja d coca y la promoción del desarrollo en las provincias
de Nariño, Antioquia, Putumayo, Huila y Cauca.
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