Oscar Muñiz C.
A propósito de la pretendida ley mordaza, que fuera prepara
por el pseudo partido político Fuerza Popular, y pretendidamente ser aprobada por
el Congreso de la República, Napoleón Bonaparte dijo: “Bien analizada, la
libertad política es una fábula, imaginada por los gobiernos para adormecer a
los gobernados”.
La cosa no quedó ahí. Después de 128 años apareció Joseph
Goebbels, el cual proporciono sus principios respecto a la opinión pública.
Sostiene Goebbels los siguientes principios: el de la simplificación y del
enemigo único, el principio del método de contagio, el principio de la transposición,
el de la exageración y desfiguración, el principio de la vulgarización, el de
la orquestación, el de la renovación, el principio de la verosimilitud, el
principio de la silenciacion, el de la transfusión, y el principio unanimidad.
En los últimos años Avram Noam Chomsky, plantea los filtros
por los que pasan las noticias antes de su publicación. Para Chomsky estos
filtros son el de propiedad, financiación, el de la fuente, de presión, y de la
norma.
Mario Benedetti, dijo sobre la opinión pública, que esta se
enfrenta a mecanismos de desinformación y manipulación de los medios de información,
informando lo contrario a lo sucedido, informando una parte de lo sucedido,
suprimiendo una parte importante de una cita, aislando una cita de su contexto,
utilizando un título inexacto o tendencioso para una noticia verazmente
transcrita, editorializando con títulos, haciendo uso tendencioso o
descalificando, simulando estilos objetivos, y por ultimo desequilibrando los
datos con determinada intensión política.
Es así como en economía también se manipula a la opinión pública. El Perú se mueve en el péndulo morboso de que todo está muy bien y en que todo está mal. Las estadísticas económicas (?) se preparan y se manejan de acuerdo al criterio del usuario, que por lo general prefieren esconder lo mal que esta la economía peruana.
En la balanza están los casos Odebrecht, Lava Jato, la disminución
de la inversión pública y privada, las exportaciones famélicas, en fin… En el
otro lado de la balanza, sola y aislada se encuentra la positiva situación del
respaldo bancario. Esto es lo único positivo, es lo único que se puede rescatar
de la presente situación caótica. Valgan verdades esto último también con
reparos.
La economía en el Perú no funciona desde hace años como
queremos que funcione, por falta de disciplina. La economía peruana hace agua
por todos lados. La corrupción devora día a día las expectativas, permitiendo
que se consolide el monopolio de la impunidad. Estas son razones extra económicas
que pesan más que todo el oro de las Reservas Internacionales Netas.
A estas alturas del partido, hablar de indicadores económicos
es ocioso y hasta de mal gusto.