Oscar
Muñiz C.
Palacio de Gobierno - Sede del Ejecutivo |
Francois Perroux, dejaba en claro en su libro
L’Economie Du XX Siacle – La economía del siglo XX, su vision sobre lo que
comprendia como Estado:
“El Estado no es una empresa, ni, sin más,
el órgano de fijación de reglas de juego susceptibles de expresión abstracta y
simple, y de revisión a largos intervalos. Es el órgano de la definición y de
la estrategia del interés general y del bien común concretamente apreciados en
el curso de las <<partidas>> sucesivas en las que participan los
jugadores colectivos”
Sin embargo en un editorial del diario oficial El
Peruano, respecto al crecimiento de la economia peruana se lee lo siguiente: “Dieciocho años de crecimiento. Alcanzar 18
años de crecimiento continuo, frente a los embates de una crisis economica
generalizada en el mundo, es un logro que revela la buena conduccion de las finanzas, una
ferrea disciplina fiscal y la constante promosion de las inversiones, tres ejes
de accion que responden a una sola linea politica que ha sido respetada por los
gobiernos del Peru en aras del desarrollo y el progreso”.
No se puede entender, que argumentos como los
señalados refuersen el prurito de desorientar, de no decir la verdad. Como
validar unas buena finanzas con el demadre economico propiciado por una
compañía privada y validada por el orden constiruconal peruano. Como reconocer
que la disciplina fiscal fue una herramienta que propicio el bienestar general.
Definitivamente existe una dicotomia entre la realidad y la formulacion de
estos acontecimientos.
Según los entendidos, el desmadre economico causado
por la corrupcion en el Peru, impidio realizar obras de gran magnitud en
beneficio de las siguientes generaciones. Sin embargo, una vez mas, los
peruanos se quedaran con los crespos hechos, al igual que en los tiempos de
fanfarria con los ingresos del comercio del huano de las islas.
Desde siempre hubo en Peru estos desmadres, no solo
economicos. Entre los gobiernos de Leguia y Fujimori se fomento el mesianismo. Desde
Leguia hasta el presente no se aprendio nada de las experiencias intermedias, de
los golpes de estado, mucho menos de los falsos democratas.
Para el que este dispuesto en reconocer la miseria
politica, miren la figura grotezca y señorial de aquel presidente –disque que
democrata- que aspiro a rectificar el desastre de su primer mandato y termino
traicionado su proposito, recreando su futuro como un sueño de opio. Su abuso
de confianza lo llevo a la exclusion, y la poblacion en general dejo de
perturbarse.
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