Oscar Muñiz C.
Esperamos que la lección que está dejando El niño 2017 se aprenda.
El peruano debe entender y aprender sobre el valor de los
recursos naturales, especialmente sobre el recurso agua. Debe tomar conciencia
que este aprendizaje es un primer paso sobre lo que podría suceder si siguen
viviendo como hasta ahora. Deben reconocer la simplonada de vivir siempre dando
la espalda a las normas de convivencia elemental. Debe reconocer que la criollada,
lo que los peruanos llaman pendejada, es lo más letal para su vida en sociedad,
como son los hampones de cuello y corbata en el momento de la reconstrucción. Exijan de las autoridades eficiencia, porque
el camino que falta por recorrer, aunque duro, al final será recompensado.
Reconozcamos que todo lo que hemos vivido en estos primeros meses del 2017 no
es nada comparado con aquellos peruanos que perdieron la vida. Eso no se debe
repetir.
En estos momentos lo importante es tener presente que la
experiencia es lo más importante pero no es lo suficiente. Se necesita contar
con profesionales capacitados. La experiencia profesional acusa recibo cuando
en el mercado profesional peruano hasta los ningunean. Si bien es cierto que la
técnica ingenieril es la que mejor premunida se encuentra para afrontar e
implementar alternativas de solución en el
campo de los impactos ambientales, otras profesiones tiene mucho que aportar. Es
así que no solo es suficiente ser un “gran” conocedor en la técnica
“beneficio-costo”, se debe poseer la filosofía de la eficiencia en materia del
eco-desarrollo.
De nuestra experiencia, que no es solo académica, constatamos,
que en las actuales circunstancias existe una importancia vital de la planificación
ambiental, y de las metodologías del monitoreo ambiental. Es aquí donde se
sustenta el futuro trabajo multidisciplinario que se exige para solucionar, en
gran parte, los problemas dejados por los huaycos y deslizamientos de suelos.
El Perú perdió oportunidades, por falta de una educación de
calidad. No solo esto, también perdió por la obsecuencia de los empleadores que
solo son reclutadores del “cholo barato”. Que los dos últimos acontecimientos, como
son el Fenómeno El Niño 2017 y el caso Odebrecht, dejen las enseñanzas
adecuadas para un resurgir del Perú con nuevos atributos.
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