Oscar Muñiz
Takatoshi Kato , es Subdirector Gerente del Fondo Monetario
Internacional (FMI). El 03 julio 2009, en Beijing, tuvo a su cargo una
conferencia en el Centro de China para Intercambios Económicos Internacionales.
Hizo referencia a la situación de China con
dos premisas, el impacto de la crisis financiera en Asia, y las implicancias de
la crisis financiera para China y el FMI.
Consideró que el impacto de la crisis no se debió a que las
instituciones financieras de Asia tuvieran altas cantidades de activos tóxicos,
pero si estaban siendo objeto de choque por la baja liquidez global.
Esta apreciación fue explicada con dos razones. Primera, que
los bancos asiáticos eran muy dependientes del financiamiento internacional,
por lo cual estaban expuestos al desplazamiento global y a su escasez. Segundo,
reducido el apalancamiento global, la crisis asiática había aumentado su
dependencia de la financiación externa con bonos y prestamos. Fue así que
fueron impactados directamente y la refinanciación se hizo más difícil.
El aumento de la participación del Asia en el comercio
internacional antes de la crisis del 2008, podría haber sugerido, que Asia debía
haber sido mucho menos afectada por la desaceleración de la demanda en los países
industrializados, pero los canales de comercialización fueron más eficientes,
debido a que conforme se desplomaba la demanda en Occidente, los productos tecnológicamente
avanzados (automóviles y electrónica) se vieron afectados. Debido a la baja
demanda de estos dos productos las exportaciones y la producción industrial de
la región se desplomo. La segunda explicación ofrecida fue, el comercio
intra-regional también sufrió una fuerte caída, porque gran parte de este
estaba ligado a la demanda en los EUA y Europa.
Takatoshi Kato, aseguro
“Con todo, como en el pasado, la demanda
mundial sigue siendo un factor clave detrás de la producción y el crecimiento de
las exportaciones del Asia y, en todo caso, esta vinculación en realidad se ha
ido fortaleciendo con el tiempo”. Sin embargo el crecimiento del
producto en Asia se desacelero de manera impresionante a finales del 2008; Japón,
Hong Kong SAR (sigla en ingles, Región Administrativa Especial), Provincia
China de Taiwán, Singapur, Malasia y Tailandia, es la región que fue empujada a
la recesión.
En el primer trimestre 2009 el FMI pronosticaba que la economía
mundial se contraería, aunque el Sr.
Kato consideraba que la economía mundial se contraería modestamente. Sin embargo
la situación de EUA y Japón siguió siendo difícil. Así mismo, Kato consideraba
que en el 2010 habría una recuperación débil, aunque confirmaba que la situación
seguiría siendo difícil, avizorando que la recesión global seria más larga y profunda
que la después de la posguerra. Otra de sus consideraciones fue que Asia estaría
ligada en el futuro a los acontecimientos mundiales y al futuro de la economía global,
aunque mostraría un discreto cambio en el patrón de crecimiento, debido a que
el consumo en EUA ya no tendría la fuerza que una vez tuvo. También sostuvo que
debería haber un aumento del ahorro y mejores perspectivas para el déficit en
cuenta corriente en los EUA. No dejo de insistir en que la demanda mundial de
los bienes asiáticos seguirían a la baja en un horizonte más prolongado.
En medio de este ambiente incierto surgió la opción de que
China y el FMI deberían compartir la misma idea, de tender hacia un
reequilibrio del consumo interno, y no en inversiones en sectores transables y exportaciones
intensivas en capital. Esto necesariamente exigiría un esfuerzo concertado. Ni
lo uno ni lo otro fue compartido por China, cuando de lo que estaban seguros
era que el liderazgo del dólar y algunos organismos supranacionales habían llegado
al límite de lo que se debía permitir.
Lo que planteaban los interesados era que los cambios en la economía
global, preferentemente en EUA y la UE, exigían la necesidad de reorientar sus economías,
con el propósito de proporcionar estímulos a la economía de China en beneficio
de su demanda interna, con lo cual la economía permitiría dejar ver claramente
el crecimiento del consumo, cuando también la mejoría en la infraestructura, en
la vivienda social, en el sector salud y
las pensiones.
Posteriormente al grupo de países BRIC se le unió Sud África, lo que dio lugar a la formación
del BRICS, grupo de países que suman el 27% del PBI mundial, con el 41.6% de la
población mundial y con el 22% de la superficie continental. En el 2011 se
proyectó que para el 2020 los BRICS representarían un tercio de la economía y contribuirían
con un 49% al crecimiento del PBI mundial. Este grupo de países en versión opuesta
a la que lidera EUA, Japón, Australia, Canadá y UE, gana posiciones, por la razón
de que los países BRIC no pretenden trasladar a las regiones subdesarrolladas
sus valores políticos, más bien prefieren estructuran sus relaciones con una cooperación
de provecho mutuo. Este es el ranking mundial 2010 del PBI:
PAIS
|
PBI
En
billones de US$
|
EUA
|
14.266
|
China
|
8.767
|
Japón
|
4.137
|
India
|
3.548
|
Alemania
|
2.811
|
Reino Unido
|
2.149
|
Rusia
|
2.116
|
Francia
|
2.110
|
Brasil
|
2.024
|
Italia
|
1.760
|
Este panorama, visto retrospectivamente, no fue más allá de
lo que pudiese considerarse una percepción apresurada. No se tuvo en cuenta el
manejo político del desarrollo de los países emergentes en los posteriores años
del inicio de la crisis del 2008. En el quinquenio 2008-2013 los lazos de las economías
de los países BRIC (Brasil, Rusia, India, China) se estrecharon con mercados
como el latinoamericano, mejorando las perspectivas no solo para China.
A julio 2014 el consumo eléctrico en China siguió bajando, y
la venta de viviendas entre enero-julio del mismo año cayó 30% en Beijing. En el
mismo periodo el crecimiento económico fue de 7.4%.
Como información adicional se podría decir que los países BRICS
en su VI Reunión en Brasil 2014, fundaron el Banco de Desarrollo Conjunto de
Fomento, y el Fondo de Reserva. Los
ministros de economía firmaron el Acuerdo de Reserva de Contingencia (CRA,
siglas en ingles) y del nuevo Banco de Desarrollo con sede en Shanghái. El
capital inicial será de US$ 100 mil millones, mientras que el capital suscrito
y desembolsado será de US$ 50 mil millones. Su creación es una respuesta al
control de Occidente sobre las finanzas globales, originada hace más de siete décadas
en Bretton Woods 1944, donde nacieron el FMI y el BM.
En la última visita del presidente chino Xi Jinping a
Argentina, se incluyo un crédito por US$ 2,100 millones (renovación Trenes
Argentinos Carga y Logística), un ‘swap’ por US$ 11 mil millones y un convenio
marco de cooperación en materia económica y de inversiones, 20 convenios
bilaterales, 28 pre acuerdos comerciales por un total de US$ 1,500 millones.
Se esperan resultados por mínimos que sean estos.