Oscar Muñiz Corro
Entre el perro y un ave, el perro es un animal desdichado,
sujeto de las circunstancias y peor aún, sujeto al hombre. Que desgracia es ser
sujeto de la osadía. Que desmerecimiento permitió la degradación del perro.
Prefiere un mendrugo como sustento y una pizca de cariño para que el hombre
proclame la lealtad canina como si fuese un hecho ajeno a la condición de los
dos. Uno, bípedo, el otro, cuadrúpedo.
El ave, sea esta cualquiera, es sinónimo de libertad.
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