Por Oscar Muñiz
En varias oportunidades hemos tocado el caso de la economía peruana.
A nuestro entender la visión que se vendió y se vende es con la intención de
congelar aun más la percepción de la economía frente a la dura situación que
atraviesan grandes sectores de la población.
Es muy difícil coger las fichas del rompecabezas peruano. Inmediatamente
saltan los mastines defensores del estatus quo. Pero como decía un sabio
político, no hay que temerles a los poderosos.
En el 2013, han sido dos casos en que la vulnerabilidad de
la economía peruana se ha visto comprometida; la primera cuando el presidente
peruano se enfrento tangencialmente en el caso Conga y en el último mes cuando
llego el remesón político de alto poder, que consistió en el descubrimiento de
personal policial resguardando las casas de un fujimontesinista, al que el
propio presidente de la republica llamo basura; el cambio de primer ministro y
de ministro del interior es solo una consecuencia.
Mal que nos pese, el Fondo Monetario Internacional (FMI)
cumple más que con una tarea de supervisión, cumple con una tarea de defensa de
la economía patrocinada desde Adam Smith. El FMI impone sus condiciones, sus
interpretaciones, hace una defensa cerrada de sus propios intereses. Lo más
lógico que nos queda a nosotros los mortales es informarnos qué es lo que dice
sobre las alabanzas a la política que implementan sus pupilos peruanos por un
futuro prospero y halagüeño para una minoría.
En el ámbito económico que sucede. El FMI, dice en su
informe Consulta del Artículo IV del 2013, que el estado de la economía peruana
es fuerte a pesar de la baja de los precios de los metales y por las turbulencias
políticas internas; ratifica que el ritmo del crecimiento bajo, según su
vocabulario se desacelero, que la inflación aumento, y que se flexibilizo la política monetaria.
Estos son los puntos básicos a los que se refiere el FMI, por supuesto que tiene
plena confianza de que las exportaciones se recuperaran en el 2014 y el Perú
seguirá siendo el mismo de siempre o tal vez aun mejor.
Reconoce que el crecimiento económico bajo, que la inflación
recorrió una banda entre 1 -3 % y cerrara el año 2013 con un máximo de 3 %,
cuando se calculó una tasa de inflación por debajo del 3 %. Esto solo demuestra
la vulnerabilidad de la economía exportadora del Perú. Sin embargo un sector de
la población no ha sentido el golpe de las variaciones de precios, aunque el
grupo de desempleados o de mínimos ingresos dicen todo lo contrario. Los
pensionistas o jubilados perciben el descenso de su poder adquisitivo,
especialmente en los productos farmacéuticos; la población desprotegida salva
este escollo gracias al asistencialismo del gobierno.
Lo que no dice el FMI es que mantener esta situación le sale
más barato, además de servir como modelo de lo que no se debe hacer. El riesgo
estriba en que Perú seguirá manteniendo su condición exportadora sin mayores
ambiciones.
Los números respaldan la relativa solidez de la economía.
Como afirma el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) en su informe macroeconómico
del tercer trimestre del 2013:
-
La demanda interna creció 4.4 %
-
El PBI por tipo de gasto en el 2013 fue (%):
III TRI
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Ene-Set. 2013
|
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DEMANDA INTERNA
|
4.4
|
6.2
|
Gasto privado
|
3.4
|
5.3
|
Consumo
|
5.1
|
5.2
|
Inversión privada fija
|
2.1
|
4.8
|
Gasto publico
|
10.7
|
12.0
|
Consumo
|
7.4
|
7.4
|
Inversión
|
16.1
|
20.5
|
EXPORTACIONES NETAS
|
-4.4
|
-32.1
|
Exportaciones
|
3.6
|
-0.3
|
Importaciones
|
3.8
|
6.6
|
PBI
|
4.4
|
4.9
|
Fuente: BCRP
-
Reservas internaciones US$ 66,742 millones
-
Tipo de cambio S/. 2.80/dólar
-
Tasa de interés en dólares 1.21 %
-
PBI de setiembre aumento 4.4 %
-
Riesgo país 179 puntos básicos
-
El dólar se deprecio 0.8 % frente al euro
Las cifras son elocuentes. Si bien es cierto que prevalecen
los conflictos sociales que impiden la implementación y el desarrollo de las
actividades económicas como el caso del proyecto minero Conga, prevalece el problema
del canon regional, que por una deficiente repartición impide un mejor
desenvolvimiento de las fuerzas productivas excluyendo a bastas zonas delas
regiones.
Sin embargo otro es el cantar en el ambiente político y
social. La corrupción de funcionarios del más alto nivel, la diseminación de
los otrora políticos inocente dejan en claro la existencia de vastos sectores
de la fuerzas armadas y policiales como de la civilidad seguir perteneciendo al
cogollo de las fuerzas fujimontesinistas. El caso ultimo de corrupción de
oficiales de alta graduación de las FFAA y Policiales confirman que desde la
salida del poder del ex presidente Fujimori estas instituciones siguen por el camino
trazado por el montesinismo desde 1990, en la necesidad de complotar contra la
democracia.
En el campo social, la inflación, la escases de puestos de
trabajo y la inseguridad ciudadana siguen liderando el que hacer nacional. La
delincuencia en todo el país, la falta de orden y respeto por la
institucionalidad dejan el camino libre para el desorden, y lo más lamentable,
incentivan el caos como por ejemplo en la buena administración ciudadana de los
gobiernos locales. El crimen organizado, el narcotráfico y la delincuencia
callejera campean día y noche por ciudades como Lima, Chiclayo, Trujillo o
Piura.
De nada sirve tener una economía solida y prospera cuando la
ciudadanía carece de seguridad para el desarrollo de sus actividades cotidianas
o cuando el progreso individual, familiar o colectivo sustentado en el trabajo
honrado se encuentra amenazado día y noche por las hordas delincuenciales de
toda laya. Es preferible contar con una sociedad pobre pero honrada, mas nunca jamás
con aquella con signos exteriores de riqueza de dudosa procedencia.
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