El FMI al presentó sus conclusiones luego de analizar el caso español. Vislumbra una tenue luz en la recuperación de la economía de España, lo cual no quiere decir que sus problemas hayan sido resueltos. Todo lo contrario. El informe tiene visos de alarma que solo las medidas que se proponen y adopten permitiría salir a la economía española del gravísimo problema en que se encuentra.
Las reformas propuestas son a largo plazo, las mismas que no podrían alterarse a corto plazo, como lo planteásemos en la publicación EVOLUCIÓN ECONÓMICA. El FMI puntualiza algunos desafíos que se tendrán que tomar en cuenta. La reforma del sector laboral, la del sector inmobiliario, el déficit fiscal, el endeudamiento externo, el crecimiento de la productividad, sobre la competitividad, reformas en el sector bancario, la consolidación fiscal y las reformas en las pensiones.
Todas estas reformas favorecerán al crecimiento estructural (mercado de productos, sector vivienda). El FMI señala claramente que todo este paquete de reformas sería más beneficioso en su concretización con el apoyo político y social, aspecto que hasta el presente Mariano Rajoy y el Partido Popular – PP, no han proporcionado. Todo lo contrario, han ninguneado su aporte de tal manera que han fabricado una brecha que es muy difícil de remontar. Ni cuando su Majestad El Rey ofreció sus buenos oficios para mediar en la crispación política, el Secretario General del PP fue capaz de escuchar este llamado, como tampoco se dignó escucharlo el ex Jefe de Gobierno, Aznar.
Habiéndose cerrado el círculo internacional de presión –Obama, Straus Kahn, Sarkosy- con el pronunciamiento del FMI, ahora vienen las presiones internas. Lo cierto es que el shock será violento, su intensidad es impredecible y esperamos que no sea como el de Grecia. Las repercusiones políticas y económicas se dejarán sentir, no solamente en España, sino también en toda Europa. El siguiente país a la espera de su turno es Portugal y así seguirán siendo intervenidos todos los países que según la cartilla del FMI deban ser intervenidos.
Lo anecdótico carece de importancia en estas circunstancias pero políticamente hablando, según los liberales, Rodríguez Zapatero tiene la responsabilidad de asumir el costo político de este desastre.
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