Asesoria Economica Financiera y Medio Ambiente

13 de marzo de 2007

Tiempo al tiempo

Paul A. Baran inicia su escrito ¿Crisis sobre el marxismo? con estas palabras: “Así como un aguacero provoca el nacimiento de multitud de hongos, así también un período de prosperidad y de elevada ocupación en la economía capitalista provoca casi inevitablemente una ola de confusión e incertidumbre sobre la calidez del socialismo y sobre la racionalidad del movimiento socialista mismo”.

También en este mismo escrito formula dos preguntas, con respecto al desarrollo del capitalismo en el mundo y en los distintos países, ¿adquirió un movimiento tal como para excluir la necesidad y la deseabilidad de una transformación socialista de la sociedad? Y la segunda pregunta que hace es si ¿el desarrollo del capitalismo asumió un curso tal como para debilitar las fuerzas del socialismo, convirtiendo en imposible o altamente improbable una transformación socialista de la sociedad, aunque esta siga siendo extremadamente urgente y deseable?

Reconoce el enorme progreso de las fuerzas productivas, indicando que la productividad individual en el conjunto de la economía norteamericana es cinco veces mayor que la de 1880. También afirma que los salarios reales de los trabajadores crecieron considerablemente menos que su productividad, lo cual significa que el excedente económico creció mucho más en términos absolutos y como parte proporcional de la productividad total.

Pero fijemos nuestra atención en este dato que proporciona. Las empresas industriales emplean actualmente 10 HP de energía por trabajador, mientras que en 1879 utilizaba 1.25 HP. El atribuye que esta mecanización fue impulsada por una acumulación masiva del capital, por la explotación extensiva de economías de escala y por una transición hacia métodos de producción en masa, lo cual llevó al surgimiento y crecimiento de la empresa industrial en gran escala y a la concentración de la producción industrial en manos de un numero pequeño de empresas gigantes.

Estas empresas gigantes tienen la capacidad de medir el impacto de sus políticas sobre los precios en sus mercados, lo cual les permite responder, por qué limitarse a los volúmenes de utilidades obtenidos en los mercados competitivos y que siguen obteniendo en aquellos sectores competitivos del sistema capitalista actual. Pero Paul A. Baran es más claro cuando dice que “lejos de ser menos individualistas en su búsqueda de ganancias de lo que solían ser los capitalistas en el pasado no se toman en cuenta las afirmaciones en contrario de los apologistas del Big Bisiness, ya que las modernas corporaciones monopólicas se encuentran a si mismo en circunstancias objetivas muy favorables para obtener grandes utilidades. Explotando esta circunstancia hábilmente han convertido lo que solía ser el arte de acumular una gran cantidad de dinero en lo que esta llegando a ser la ciencia de llevar las utilidades al máximo a largo plazo”.

Cuando aumenta la productividad del trabajo tiene un doble efecto. Por un lado el excedente económico tiende a ser un porcentaje cada vez mayor de la producción total y a su vez se distribuye entre un número menor de grandes empresas capitalistas. Por otro lado la inversión se encuentra limitada por la única necesidad de obtener las máximas ganancias de los monopólios y oligopólios. Estas razones llevan a Paul A. Baran a afirmar que “la depresión crónica será una condición permanente del capitalismo y el desempleo creciente será su acompañante eterno”. Sobre esto último remitámonos a las estadísticas de los últimos doce meses sobre el paro laboral en las primeras economías capitalistas.

Otro dato significativo es lo sucedido el 5 de marzo de 2007 en las principales bolsas del mundo. El índice Merval abrió en Buenos Aires con perdidas del 2.67% lo que significa hasta los 1.944,12 puntos. Al final de la jornada el Indice General de la Bolsa se ubicó en los 98.617,67 puntos bajando 2,71%, el Merval 25 retrocedió 2,70% hasta 1.907,40 unidades. El volumen de negocios en acciones totalizó 114,5 millones de pesos (36,6 millones de dólares). Las bajadas más pronunciadas fueron Sociedad Comercial del Plata (-6,31%), Pampa Holding (-5,15%), Banco Macro (-4,45%), Aluar (-4,01%). El precio del dólar estadounidense 3,08 pesos para la compra y 3,12 pesos venta. El Indice de Precios y Cotizaciones (IPC) registró una pérdida de 334,64 puntos (-1,27%). De las 49 empresas que se cotizaron en la Sesión, 3 ganaron, 43 perdieron y 3 se mantuvieron sin variación. Los principales índices de las bolsas europeas cayeron por quinta jornada consecutiva debido a la fortaleza del yen. El DAX30 cayó 1% hasta 6.534,54 puntos. El FTSE-100 (Londres) cedió 0,9% y el S&P (Milan) MIB 1%. Todo esto debido al desplome de las bolsas asiáticas. El euro bajó en Francfort y perdió el 1,31 dólares. Hacia las 17:40 horas GMT cotizaba a 1,3091 dólares frente a los 1,3173 dólares del viernes 02 de marzo 2007. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial en 1,3083 dólares. La divisa europea se cambió a 152,20 yenes.

La condición necesaria del capitalismo es que exista la tendencia para anular o neutralizar al Estado, ya que no lo puede desaparecer, por que el Estado capitalista no está conformado para dar empleo ni para obtener bienestar humano, ya que los intereses que lo controlan se lo impiden; con palabras de Paul A. Baran “si el gobierno no está capacitado para controlar las prácticas de las grandes empresas, menos podrá invertir directamente en actividades productivas, ya que entraría en conflicto manifiesto con los intereses dominantes de las corporaciones monópolicas y oligopólicas”.

La visión de Paul A. Baran no se limita al academisismo económico, también toma en cuenta la expansión de las ventas dentro de la guerra competitiva empresarial como a su organización, en el cual incluye los programas de relaciones publicas, las ventas a crédito, la diferenciación de los productos y la promoción de materiales de consumo más elaborados, suntuosos, caros y elegantes (términos estos utilizados por P.A. Baran).

Así es que no nos debe llamar la atención que en los próximos meses con las elecciones presidenciales en Francia, el cambio de fuerzas en el congreso norteamericano y sus efectos en la política hacia Iraq y la salida de Tony Blair de su puesto actual, el sistema vuelva a ingresar en el efecto “trompo”. Hay que darle tiempo al tiempo.