Asesoria Economica Financiera y Medio Ambiente

6 de diciembre de 2006

El Tratado de Libre Comercio Perú - EE.UU.

En los últimos años se nos ha hecho familiar escuchar a políticos o no sobre el TLC, APTDEA, solamente a nivel de siglas, como si fuera algo familiar para la mayoría de los peruanos o como cuando se habla sobre anticuchos, cebiche o Inca Kola. La verdad es que no es así. La mayoría de los peruanos son ajenos o simplemente no están enterados de lo que significan estas siglas. El APTDEA es la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA), que fuera promulgada en octubre de 2002; TLC es el Tratado de Libre Comercio que hasta hoy no sea firmado entre el Perú y Los Estados Unidos de Norteamérica.

Todo empesó con la Ley de Preferencias Arancelarias Andina (APTA), el cual implicaba incentivar a las compañías estadounidenses para que invirtiesen en el área andina. El fin era liquidar la producción ilegal de hoja de coca y permitir que los países productores de coca del área andina contasen con una mayor permanencia en los acuerdos de libre comercio con los Estados Unidos de Norte América.

Pero qué sucedió en los últimos dos años (2004-2006). Por un lado tenemos que la política de Estado del ex – Presidente Alejandro Toledo priorizó las conversaciones, reuniones y negociaciones con objeto de ser él y sus más allegados los que firmasen el TLC, lo cual le proporcionaría los créditos políticos por él calculados. Sin embargo a partir del 28 de julio de 2006 con el cambio de gobierno, la perspectiva política cambió, no solamente en el Perú sino también en el Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica, con la derrota de los Republicanos en manos de los Demócratas.

Hernando de Soto resumió con efectividad y claridad la situación actual de la deseada firma del TLC. De todo el universo de empresarios en el Perú solamente el 2% (algo así como un poco más de cinco mil) tienen empresas con acceso al crédito, tienen representación legal y conocen de los mecanismos del comercio. El resto de empresarios o no están inscritos en los registros oficiales o tienen empresas informales. Por otro lado la presión de los entendidos en los Estados Unidos hacen de este 2% la forma de sostener que la desigualdad es tan grande con este tipo de empresas que la firma del TLC solo beneficiaría a una minoría y con esto se ensancharía la brecha de pobreza que actualmente tiene el Perú.

Esto es tan fácil de entender que la administración anterior lo ocultó a la opinión pública, tal vez por preferir los beneficios de la globalización para unos cuantos, porque no pudo ver o por que al fín y al cabo los liberales dejan de ver lo que hasta un ciego lograría ver.

Las ventajas que, según algunos adláteres de la economía liberal, el Perú ha dejado de contar, por no haber firmado el TLC, con una estrategia para el desarrollo económico, que se basa en las exportaciones de productos agropecuarios y manufactureros, servicios, compras gubernamentales, derechos de propiedad intelectual y una serie de medidas contra la corrupción y reglamentos para implementar la transparencias en los todos actos de la vida nacional.

Como la economía del Perú crece actualmente a un ritmo del 7%, este tratado le permitiría crecer aún más, con lo cual lograría elevar las tasas de empleo, fortalecer su democracia y su desarrollo económico ya que las exportaciones se incrementaron en 177% entre 1993 y 2002 en base a la exportación principalmente de espárragos y mangos. Con el APTDEA son más de 6,500 los productos que ingresan excepto de aranceles a los EE.UU. de Norteamérica; entre el 2002 y 2004 las exportaciones subieron de 2,000 a 3,600 millones de dólares, destacándose la exportación de ropa.

Señalemos este asunto con objetividad. Las empresas en el rubro de espárragos (cultivo y proceso industrial) emplean a 60,000 personas; de este universo 27,500 puestos de trabajo son sustentadas por las exportaciones a los EE.UU. Este logro por cierto hay que extrapolarlo a la producción de páprika o pimentón y a las alcachofas; a la ropa, según afirman los entendidos.

Con esto se corrobora ese 2%. Se consolida la afirmación de los demócratas norteamericanos sobre la injusticia social y los privilegios que esta firma consolidaría. Según afirmaciones de los entendidos en esta materia el TLC no se firmará este año y tal vez sí el próximo. Pero con la argumentación de los demócratas, el Perú está entre la espada y la pared, ya que si se firma el tratado, la injusticia se afirmó y si no se firma el Perú perdió. Queda por cierto la ampliación al ATPDEA, después del 31 diciembre de 2006 que es la fecha en que terminaría. Son las siguientes palabras las que corroboran esta preocupación, “Las empresas peruanas han aprovechado las oportunidades de exportación a los EE.UU., utilizando su capacidad instalada ociosa o con inversiones relativamente menores. Se esperan que las empresas inviertan cantidades mayores cuando tengan la seguridad de poder recuperar su inversión, es decir cuando los beneficios arancelarios sean permanentes para así poder planificar sus inversiones”.

Los puntos sensibles para el Perú son los subsidios estadounidenses a los productos agrícolas como son al trigo, algodón; a las medicinas y a las compras gubernamentales. Por otro lado existe las exigencias indispensables para que sea una realidad el libre comercio como son la voluntad política, las políticas gubernamentales, el apoyo al sector privado, la educación, la capacitación de los trabajadores y la vigencia del Estado de Derecho, aspectos que distan ser un ejemplo.

Queda mucho camino por recorrer, pero el que hasta hoy se recorrió dejó dudas y mucho más que eso. Los buenos modales es parte de los actos en este espectáculo pero no suficientes y lo más bochornoso ha sido ver a la Ministra de Comercio y Turismo sustentando sus puntos de vista ante la Comisión del Congreso de la Republica del Perú.

El 1 de noviembre de 2006 un grupo de lideres estadounidenses dirigió una comunicación al Presidente de la Cámara de Representantes y al Líder de la Mayoría de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, con el propósito de prorrogar la vigencia del APTDEA hasta que se firme el TLC. (1)

El 05 de diciembre de 2006 los representantes demócratas y republicanos se pusieron de acuerdo en acelerar la firma del TLC, a más tardar el próximo año. Esperemos los resultados.

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(1) Carta en http://bogota.usembassy.gov/wwwfcartacongresistas.pdf

Correo-e: munizasociados@gmail.com

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