En estos dos primeros años del mandato del presidente Barack Obama, recién decidió realizar visitas personales a los mandatarios y pueblo sudamericano, hecho que cada vez se pospone en el tiempo de manera cada vez más persistente. Este sábado 19 de marzo el presidente de los EEUU, Barack Obama, inicia su periplo por Brasil, Chile y El Salvador.
La diplomacia estadounidense es muy perspicaz y estrictamente protocolar; los lideres se ciñen a la tradición, y como bien es sabido, su liderazgo mundial solamente le permitió a Obama, estar presente en Trinidad y Tobago, en la Cumbre de las Ameritas en el 2009; en esta oportunidad, la cual reviste características especiales realizará trabajos especifico en base a un plan claro en base a una agenda económica, que contempla temas tales como las exportaciones de los EEUU hacia América Latina, esto debido al auge económico, que permitiría a los EEUU revitalizar su economía. Barack Obama no soslaya el hecho que el hemisferio latinoamericano cuenta con mercados lo suficientemente bien estructurados para la colocación de productos manufacturados de EEUU.
Desde el punto de vista político sabe que Brasil es la séptima potencia económica en el mundo y la primera en el hemisferio latinoamericano, como también que China tiene una presencia cada día mas destacada en Brasil y por lo tanto su desplazamiento es vital para los EEUU. Es por eso que la importancia de Brasil para la política norteamericana es vital, como lo son también los objetivos estratégicos de América Latina; que el Brasil es un actor global importante y socio de los EEUU, no cabe la menor duda, y que es por eso que Barack Obama tratará con su par, la presidenta brasileña Dilma Rousseff, asuntos como el cambio climático, la arquitectura financiera, cómo hacer frente a la moneda artificialmente baja de China, la cooperación en África y las diferencias culturales.
En Chile, tratará con el presidente Piñera los temas de innovación, la mejora de la educación y la energía limpia, sin descartar el tema de la energía atómica.
En El Salvador se abocará al tratamiento de los tratados de libre comercio con esa nación, el tema de seguridad y los cárteles de drogas, esto último debido al trasvase que se viene realizando desde México.
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