“15 setiembre de 2022. Cuando los bancos centrales de todo el mundo aumentaron simultáneamente las tasas de interés para responder a la inflación, el mundo podría estar avanzando poco a poco hacia una recesión mundial en 2023 y una serie de crisis financieras en los mercados emergentes y las economías en desarrollo que les podrían causar daños duraderos”. Esta es una advertencia del Banco Mundial no solo para el Perú sino también para el continente latinoamericano.
Aun mas explicito es David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial cuando afirma “Para lograr tasas de inflación bajas, estabilidad monetaria y un crecimiento más rápido los responsables de formular políticas podrían trasladar el foco de atención desde la reducción del consumo hacia el aumento de la producción. Las políticas deberían apuntar a generar inversiones adicionales y mejorar la productividad y la asignación de capital, que son fundamentales para el crecimiento y la reducción dela pobreza”.
En ambos casos en el Perú se hace todo lo contrario. El presidente de la Republica testarudamente y con máxima ignorancia promueve el caos económico, el incremento del desempleo y la esfumación de la inversión.
Se supone que nadie debe dudar que la verdadera política económica del presidente peruano es incrementar los indicadores para disminuir la pobreza y no ampliarla. No quepa la menor duda que este sindicalista de pacotilla con su grupo de esbirros asalariados solo tiene el vil desprecio de hundir al país.