Oscar Muñiz Corro
Este es un mundo interrelacionado.
Es un mundo en el que nos toca vivir con los resultados de los grandes cambios
políticos, geopolíticos, económicos y sociales de los últimos treinta
años.
Después de ver la entronización del
comunismo en Cuba, Nicaragua, Venezuela y anteriormente lo sucedido en Europa
Oriental durante cuarenta años después de la II GM, podemos hablar medianamente
sobre el tema.
Estas son algunas ideas con las
cuales se puede graficar que políticamente en el Perú la política es
un zafarrancho; mal se haría en sostener
que en el Perú hay partidos políticos, la existencia de un rumbo definido
–salvo el de robar-, o un horizonte político. No es así. Es todo lo contrario. Lo
que existe es la acción permanente y deliberada de apropiarse de lo ajeno, en
este caso de la riqueza Estado y por ende de todos los peruanos.
Comunista es Cuba, donde todo es
del "Estado", esto equivale a decir de los que se encuentran entronizados
en el poder, teniendo como hermanastro a Venezuela. Uno fue creado por la URSS
mientras que el otro es creación del pensamiento Siglo XXI, concepción
castrista seguida por los chavistas. De este esperpento se salvó el Perú. Otra
cosa es el terrorismo.
Los liberales en el Perú, aquellos
de la empresa privada, son esos que sin saber quién es Smith o Keynes han hecho
de su accionar ley, con la cual se privilegian y privilegian a grupos
económicos a los que se les podría denominar bucaneros, piratas, asaltantes –al
estilo Drake y su reina. Estos asaltantes confunden el crecimiento y desarrollo
económico con explotación, por lo menos en el Perú. En palabras sencillas, a
esto se le llama ilicitud, que es, todo Aquello que no es
permitido, ni legal ni moralmente. Tiene un significado, en consecuencia, más amplio
que “ilegal” (Enciclopedia Jurídica).
.
Desde el año 2000 hasta la fecha esta
enquistada la argucia delincuencial, la sacada de vuelta, la mentira, el fraude
camuflado, el diseño del asalto a las arcas fiscales.
No llama la atención la actuación
de los partidos influyentes en los últimos 20 años y se puede concluir que
algunos “partidos” desaparecieron, otros resucitaron y ninguno mantuvo su
presencia de acuerdo a la intención para lo que fueron creados, como Acción
Popular, APRA, el mutante Fuerza Popular otrora Cambio 90 (aglomeración de
delincuentes), PPC, Partido Comunista Peruano y alguno otro más.
En el Perú solo se puede
hablar de oportunismo político representado por todas aquellas
agrupaciones creadas desde el 2000. Las anteriores organizaciones son partidos
de antiguo que hoy agonizan o el descrédito se las engulle. Está demás nombrar
a las agrupaciones que hoy están sepultadas.
De la izquierda se habla, pero nos
debemos preguntar ¿qué es la izquierda? La atomización es su lema. Actualmente
quedan los oportunistas de izquierda, las agrupaciones con andares aburguesados
(caviares) y con intenciones de frustrar toda la vida haciendo lo mismo que Sendero Luminoso y su hijo el MOVADEF pero con
otros métodos.
El término populismo aplicado
en estas circunstancias está mal empleado; al político peruano se
le debe llamar por su nombre “truhan” porque con engaños quiere llegar
al poder para enriquecer su arca y la de sus compinches.
En medio de toda esta maraña de
vivos y adulones está el narco-terrorismo, categoría que no
necesita explicación.
En política debemos utilizar los
términos acorde al uso real. Al pan pan y al vino vino. El
populismo denota afición por lo popular en todo ámbito y estos hampones no
tienen semejanza con esta denominación; truhan es quien sin
remordimiento alguno se vale de su condición para robar. La conclusión la
tienen a la vista.
Por lo tanto, en el Perú no hay
comunistas ni liberales solo hay truhanes
Las organizaciones o lo que llaman
partidos políticos se cambian las membresías para despistar, con un buen floro y
listo. Ahí tienen un político.