Oscar Muñiz Corro
En muchas oportunidades se confunde el papel que tienen los
ministros de economía en el desarrollo. Esta confusión deviene por la
ineficiente interpretación de lo que dice la teoría económica y lo que
realmente sucede en las calles.
Es sabido que el ejemplo peruano dejo de ser tal. Organismos
como el FMI durante las dos últimas décadas aupó al liberalismo económico
peruano, aunque en el camino dejase muertos y heridos.
No se puede negar el repunte de algunos sectores productivos
desde aquel día en que el ministro de economía y finanzas aplico el “fujisock”.
No fue hasta finales del 2010 que aquello que fuera ganado con el esfuerzo y
sacrificio de la mayoría de peruanos y peruanas lo despilfarraron, lo mal usaron
o se lo robaron. Ejemplos del latrocinio esta demás señalar, pero lo cierto es
que el 3.5 % del déficit fiscal es un indicador que corrobora el fin de la
fiesta.
En estas épocas de vacas flacas, el ministro de economía presentó
medidas para la reactivación económica, asunto que tiros y troyanos” negaron
que era un “paquetazo”, término usado frecuentemente para indicar que la economía
anda mal y se tienen que hacer ajustes.
El asunto no queda en este nivel. Se tiene que ajustar más, más
no a aquellos a los que se debe ajustar, sino ajustan más bien al contribuyente
de menor cuantía (asalariados, amas de casa, pequeñas empresas, etc.). Acto
seguido el ministro de economía utiliza el “paquetazo” para modificar los
precios de algunos bienes hacia arriba (gasolina, cigarrillos, alcohol, etc.).
Hizo lo más fácil para recaudar, sin tocar a los grupos omnipresentes de la economía
peruana, que son aquellos que le deben al Perú miles de miles de millones de dólares.
A este tipo de
desencuentro es a lo que están acostumbrados los ministros de economía,
aquellos que son los “infalibles” y “bien intencionados”, para que el ciudadano
no reaccione. Además, se atreve a sustentar ante el Congreso el pedido del ejecutivo
(1) sobre materia de
tributaria y financiera, además de la gestión económica y competitividad.
Son tan extensos y vacuos los contenidos de estas dos
materias que al parecer solo en una “revolución” podría llegar a buen puerto.
Por nuestra parte nos esforzamos en ofrecerle al ministro de economía y
finanzas lo mejor de las suertes, aunque no creamos en su propuesta.
(1) Los puntos adicionales que serán sustentado
ante la Comisión de Constitución serán, prevención y protección de personas en situación
de violencia, integridad y lucha contra la corrupción y vulnerabilidad y modernización
de la gestión del Estado.