Oscar Muñiz
Quien no haya probado un bocado de la pulpa del mango
peruano no sabe lo que se pierde. Disfrutar de su variada presentación en jugo, helado, mermelada, compotas, cheesecake,
productos de pastelería, y mil maneras de prepararlo. ¡Es un manjar de los dioses!
El Perú es un país que posee 84 zonas de vida de las 114 que
existen en el planeta Tierra. Por tal motivo es un país privilegiado. Posee
cientos de ecosistemas que si bien no producen en cantidad comercial, su
calidad es incuestionable. El ejemplo patente es el café. En el Perú, el café presenta
varias variedades, que por su limitada producción no pueden competir con los
cafés colombianos ni brasileño, pero en cuanto a su degustación es insuperable.
Así es la papa, producto con miles de variedades, y que en Europa solo conocen,
a lo sumo, tres variedades. El mango peruano tiene estas características, con múltiples
variedades, cada cual con un sabor distinto y único, siendo solo una variedad
la requerida en el mercado internacional.
Es así que fuentes confiables como es el Centro Empresarial Perú
– Corea, dio a conocer que las exportaciones de mango y sus derivados a Corea
del Sur fueron de US$ 9.4 millones (214 %) en el 2015.
Esta exportación se centró en mango sin cocer o cocido en
agua o vapor. La exportación de mango fresco fue pequeña, aunque estiman su
crecimiento a corto plazo.
La importancia del mercado sur coreano viene desde no hace
mucho. Cobra importancia desde el 2013 cuando era el décimo sexto destino de
los mangos peruanos y derivados, representando el 0.3 % del total de las exportaciones
(US$ 151.7 millones). Desde el 2015 este panorama cambio, cuando remonto al 4 %
del total de las exportaciones y ocupando el quinto lugar de los principales
destinos después de EUA, Países Bajos, Reino Unido y Canadá.