Asesoria Economica Financiera y Medio Ambiente

16 de julio de 2014

Con la Sagrada Cruz y la balanza de la justicia








Oscar Muñiz



El antecesor al Papa Francisco, el Papa Emérito Benedicto XVI, dio sus razones para dejar la representación  de Pedro en la Tierra. Nos referimos a él, cuando las acusaciones de abusos sexuales a menores de edad hicieron que la Iglesia Católica ingresara  en una crisis jamás imaginada.

Tardado varios años en referirnos nuevamente a este tema. Lo hicimos por considerar que llegaría un próximo Papa, después de Benedicto XVI, quien pudiera lidiar con este peso moral y ético. También consideramos que lanzarse una y otra vez sobre el mismo tema era una acción disparatada, además que tuvimos consideración a muchas personas que se molestaron en remitirnos su preocupación por nuestra opinión.

No fue nuestra inquietud hacer de este medio una tribuna contra la jerarquía eclesiástica. Sin embargo, consideramos un deber decirlo. Exigimos, en aquel momento, que la autoridad religiosa se pronunciarse en defensa de los mancillados, sus familias y amistades. En ningún momento aprovechamos las circunstancias para hacer escarnio, ni mucho menos.

Hoy conocemos la opinión y postura del Jefe de la Iglesia Católica. El Papa Francisco, cuando tomo su decisión, no considero ni el tiempo transcurrido de los vejámenes, ni  la jerarquía de los individuos. Por estas consideraciones el Papa Francisco, es razonable y justo. Reivindicó a su antecesor, y sembró la esperanza en miles de personas que fueron perjudicadas.  



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