Oscar Muñiz
La Organización Internacional del Trabajo – OIT, nos ofrece
el informe “Trabajo decente y juventud enAmérica Latina. Políticas para la acción” , en donde detalla, desde su perspectiva, las condiciones
en que se encuentra la juventud latinoamericana respecto del trabajo.
En anteriores oportunidades nos hemos pronunciados sobre el
concepto económico de trabajo, los requisitos para su creación, y hemos dado
nuestro punto de vista a la imposibilidad de aspirar al pleno empleo desde la
plataforma neoliberal del modelo actual, así como a la solución del desempleo
por la disciplina que plantea su solución.
Guy Ryder, Director General de la OIT, exclama “La falta de acceso a oportunidades de
trabajo decente genera frustración y desaliento entre los jóvenes. Hay 108
millones de razones por las que debemos actuar ya”.
Efectivamente, hay que actuar ya, pero la pregunta es ¿Bajo qué parámetros políticos? Se sabe que la
empresa privada no tiene la capacidad suficiente de crear empleo por su interés
de privilegiar su rentabilidad y utilidad; si fuese el gobierno, este seria
acusado de comunista; y si fuese generado por cada uno de los desempleados
seria un albur. Tal vez por esta razón el “trabajo” al margen de la ley, sea
metamorfoseado o reencarnado en el trabajo que realizaban los negros en el sur
de los EUA desde su llegada a este continente, lo que equivale actualmente a realizar
trabajo de esclavo, algo así a lo que el fujimontesinismo implemento en Perú
desde 1990.
¿Quién ha dicho que la Economía es una ciencia que resuelve
problemas? A lo menos los agrava. Miren a su rededor y saquen sus conclusiones.
Por ejemplo, en Perú, el 85 % de jóvenes entre 15 y 24 años de edad trabaja sin
un contrato. El 20.1 % son “nini” (ni estudian ni trabajan); de este total el 47.5 % realizan labores en su hogar, aun
mas, la mayoría de “nini” en el mercado peruano de trabajo son mujeres.
La afirmación, “No hay vinculación entre los motores de
crecimiento con los sectores más atrasados” o “Tampoco se están generando empleos de
calidad”, de Elizabeth Tinoco, directora regional OIT, es más que elocuente. Sin
embargo poco o nada de interés tienen los grupos de poder frente a la situación
generada, donde el porcentaje de empleo informal entre trabajadores de 15 a 24
años de edad en el 2007 fue de 89.7 % y en el 2011 fue de 84.7 %, una disminución
mínima de 5.0 %, que es el equivalente a la tasa de crecimiento económico. En
la población adulta, el desempleo informal llega a 65 %.
Según la OIT, tan grave es la situación que del total de
desempleados en la región de Latino América, el 43 % son jóvenes, siendo la
tasa de desocupados en este grupo el triple que la de adultos. Existen en la región 21.8 millones de “nini”
y 4.6 millones que han sido excluidos totalmente del sistema laboral.
Apuesto duro contra sencillo que el problema laboral no se
solucionara jamás.
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