Asesoria Economica Financiera y Medio Ambiente

4 de noviembre de 2006

OFICINA NACIONAL DE EVALUACIÓN DE RECURSOS NATURALES - ONERN

La Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales – ONERN, inició sus labores en 1962 y durante treinta años realizó trabajos en el territorio del Perú. Estos trabajos fueron los inventarios de recursos naturales, estudios sobre medio ambiente, contribuciones contra la desertificación y otros tópicos. Cartografió la totalidad del territorio peruano (1,285,215 Km2), realizando hasta 1986 ochenta y nueve estudios, de reconocimiento, semidetallado y detallado, además de estudios de censores remotos, de lineamientos de política de conservación de los recursos naturales, sobre normas para estudios integrados, guía de información cartográfica, entre otros.

Con un plantel profesional de alto nivel profesional y experiencia que cubrían las especialidades de ingeniería forestal, geología, suelos, hidrología, climatología, cartografía, entre otras especialidades. Así mismo contaba con profesionales de la especialidad de sociología y economía. El personal técnico suficientemente capacitado y experimentado en los campos de la cartografía, censores remotos, logística e informática.

Como un gran detalle y noble actitud, fue un organismo del Estado Peruano. Era lo suficientemente maduro en mantener la humana cualidad de la igualdad entre su personal, donde era apreciado el don de gente, la honradez y la lealtad en el trabajo.

Existió siempre el termino “la familia ONERN”, que era algo cierto y muy valorado entre el personal, en cuanto ayudas mutuas, severidad y exigencia. La política siempre presente como en toda familia, no se reflejaba, sino mas bien estaba sujeta al valor de los especialistas.

El aporte desinteresado fue bien recompensado con el reconocimiento hacia el personal. Los años de vigencia de la ONERN también fue objeto de apetencias políticas, con el pretendido usufructúo de su prestigio. Nunca claudicó en sus principios éticos, morales y científicos. Utilizó en sus publicaciones, reflejando la verdad de lo que realmente era el Perú. Ofreció, por ejemplo, con la Clasificación de Tierras que el Perú que solamente el 3% del total de su superficie eran aptas para cultivos en limpio. Fue una de las contribuciones más importantes ya que anteriormente a esta, usaba la clasificación de suelos norteamericana. Otra de las contribuciones a resaltar es el Mapa Ecológico del Perú, lo cual permitió conocer con mas exactitud sobre la ecología del Perú. También aportó con el logrado inventarios de aguas del Perú, contribución de incalculable valor.

El esfuerzo de sus directores y personal logró materializar dos estudios de suma importancia. El Perfil Ambiental del Perú (1986) y Los Recursos Naturales del Perú (1985), volúmenes estos que son la materialización del trabajo y el esfuerzo en el campo ambiental.

El reconocimiento nacional e internacional hacia la ONERN fue consecuencia de su esfuerzo y principalmente de su mantenimiento como una dependencia del Estado fuera de los avatares de la política. Durante esos treinta años de funcionamiento ningún gobierno pretendió destruirla; por lo contrario, apoyaron decididamente su trabajo, el cual fue aprovechado en los planes de desarrollo y en la planificación nacional. Entidades beligerantes (1968 – 1980) hicieron de esa información valioso insumo para los estudios del potencial nacional, tema intrínsecamente ligado a los estudios especializados y ligados a este grupo de poder.

Estas pocas líneas no son suficientes para decir lo importante que fue la ONERN. Esa actitud discreta de su presencia. Esa serenidad para abordar los temas más espinosos y complicados de la realidad nacional. Cada área especializada era un recinto donde se practicaban las operaciones mas difíciles y complicadas; donde se estructuraban e integraban los resultados de los estudios.

La ONERN también fue el centro donde se cultivó la amistad, la camaradería y el amor. Los deportes, el ajedrez y compartir la cerveza, que también eran parte de esa fraternidad. Los trabajos de campo, aunque difíciles y sacrificados, eran un aliciente profesional; eran la recompensa que todos tenían, por que conocían el Perú, este país con 84 zonas de vida de las 114 que existen en este planeta llamado Tierra.

Esta fue la ONERN, aquella que dejó huella profunda en el espíritu, aquella que ni las hordas salvajes entre 1990 y 2000 destruyeron el Perú.

La ONERN siempre será recordada, reconocida pero no igualada.

e-mail: munizasociados@gmail.com

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