Asesoria Economica Financiera y Medio Ambiente

27 de mayo de 2015

Swaps








Los swaps son contratos financieros con los cuales se intercambian flujos de caja, con el propósito de satisfacer necesidades específicas de los interesados.

El uso de los swaps es una experiencia extendida desde el inicio de la crisis económica-financiera en setiembre 2008. Según sus promotores fue un punto de apoyo para la banca central estadounidense. Su utilización se extendió rápidamente hacia otras economías, como también creció la desconfianza de algunas de ellas, por tratarse según sus portavoces, del alto riesgo que tienen sus bancos centrales.

He aquí una reseña sobre esta peculiar modalidad de intercambio bancario entre diferentes bancos centrales.

20 de mayo de 2015

Persistir en el error








Oscar Muñiz


Sabemos del tremendo problema que tiene el gobierno peruano con al proyecto minero TIA MARIA.

Años han pasado desde que se desataron las fuerzas socio-políticas en el caso del proyecto CONGA, en el departamento de Cajamarca. Al final, la soberbia de los inversionistas, con su petulancia, que solo se atribuyen los necios, no solo perjudico sus intereses, sino también el porvenir de los cajamarquinos y el de la minería nacional. Actualmente, el fenómeno vuelve a repetirse, con el agregado de la insensatez de los inversionistas, la falta de horizonte gubernamental y la irresponsabilidad de la población. Nos referimos al pésimo manejo de las variables ambiental, social y económica. Un ejemplo podría dejar las cosas en su sitio.

Hace algún tiempo la agricultura y ganadería en un distrito de la provincia de Lima, era fuente de empleo para mucha gente, como también era fuente de ingresos de los dueños de las tierras. Llego un día en que se inicio la fiebre de la urbanización del distrito por razones políticas. Todas las tierras agrícolas y ganaderas se convirtieron en zona urbana. Seguramente los dueños de esas tierras hicieron un balance, y determinaron que era su oportunidad de no perder su riqueza. Para ello necesitaban transformar (vender) su propiedad (tierras agrícolas) para transformar sus tierras agrícolas en suelos urbanos, tarea que les resulto fácil.

Pero en el balance seguramente no calcularon el valor de la tierra agrícola en el tiempo. De todos modos decidieron sembrar “ladrillo” y “cemento”, sin percatarse que sus ingresos por la venta de sus tierras  sujetos estaban al vaivén del movimiento político-financiero. No obstante, la venta de la tierra agrícola resultaría con el devenir del tiempo, en ser un mal negocio, mas aun teniendo la experiencia de la última reforma agraria la cual había transformado la vida de los terratenientes y sembrado la idea que el dueño de la tierra no comería mas del trabajo de los asalariados. Tremendo error.

Entre 1960 y 1995 la economía peruana era un desastre. Así pasaron 35 años, con problemas sociales, con inflación, como nunca se había visto y con un deterioro brutal de las utilidades o ganancias. Actualmente el paisaje es otro. La tierra reconquisto su lugar. Al que vendió sus tierras solo le quedo el recuerdo de épocas pasadas, sus herederos solo tienen los mismos recuerdos y la sociedad dejo de disfrutar  de la leche, la fruta y del vino.

Esto puede pasar en Islay-Arequipa. Téngase presente que la campiña arequipeña está desapareciendo lentamente, su producción cada vez es más escasa, y encima de todo esto, como para rematar la situación, surge el problema minero con el Proyecto Tía María.

El proyecto Tía María se ubica en el Departamento de Arequipa, distrito de Cocrachaca, provincia de Islay, Valle del Tambo, en donde la actividad agrícola produce azúcar, hortalizas, papas, alfalfa, camarones. La zona presenta dificultad hídrica.

Dicho proyecto produciría cobre a tajo abierto. Actualmente el proyecto La Tapada se encuentra en operación. La operatividad del proyecto tiene un horizonte de 18 años, con una inversión de US$ 1,000 millones. Produciría 120,000 toneladas de cátodos de cobre (99.99%) por año.

El proyecto Tía María presenta un impase. El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) fue ejecutado por la misma empresa interesada en el proyecto Tía María, la Southern y avalado por el gobierno peruano. Al EIA se le hizo múltiples observaciones, y la administración actual declaro la intangibilidad de las aguas superficiales y subterráneas del rio Tambo.

Los impactos ambientales detectados se agrupan en la modificación de la superficie terrestre en el área de explotación (tajo abierto), la eliminación del suelo y resecamiento de la zona circundante al punto geográfico de explotación minera, la disminución del rendimiento agrícola y agropecuario, el impacto sobre la flora: eliminación de los bosques en las aéreas de operaciones, la destrucción y modificación de la flora, y la pérdida del paisaje y contaminación sonora.

Aceptando que el Perú es un país minero, el Tahuantinsuyo también lo fue. Sin embargo antes que existiese el Tahuantinsuyo no se sabía cómo organizar la minería, mucho menos como administrar sus productos. Instalado el Tahuantinsuyo, el Inca, quien ostentaba el poder, instalo una administración minera, la asignación de aéreas de explotación minera que incluía criterios de propiedad y usufructúo de los recursos obtenidos; dividió por categorías el trabajo minero y metalúrgico además de vigilar  la seguridad del producto resultante de la explotación. Por lo tanto en el Tahuantinsuyo se privilegio la racionalidad del manejo de las minas, permitiendo periodos de extracción del mineral y turnos de trabajo. Es necesario reconocer el alto grado de desarrollo alcanzado por los incas en los trabajos de ingeniería subterránea. Otros interesados en el tema, han tratado sobre los fundamentos tecnológicos que justificarían la explotación minera en la época incaica.

Como se puede observar, lo importante que permaneció en el Incanato es la planificación de la actividad minera en su conjunto, desde los trabajos de exploración hasta la explotación minera propiamente dicha. En la actualidad se privilegia la prospección y la adjudicación minera. Hechos los cálculos tanto por parte del inversionista como del Estado. Los factores ambiental, social, económico, poco o nada tienen que ver en este asunto. La acumulación del capital, llámese utilidades o ganancias de los inversionista, es lo cuenta, además de algunos centavos que por impuestos cobra el Estado, cuando muchas veces son evadidos.


Por lo tanto el enfoque ancestral de la explotación minera en el Tahuantinsuyo y el Perú tienen diferentes orígenes. El primero es consecuencia del ordenamiento administrativo del Tahuantinsuyo, mientras que el segundo es la acumulación de capital, categorías sustancialmente divergentes. 

6 de mayo de 2015

El hijo putativo del crecimiento económico







Oscar Muñiz


A decir verdad, propusimos algunos títulos a la presente entrega, como “El crecimiento como instrumento de engaño”; no cuajo por el término “engaño”, el cual era un poco crudo. Más severo fue el titulo “La navaja del chavetero”, se descartó. Al final se decidió por el título “El hijo putativo del crecimiento económico”, titulo jocoso, irreverente pero evidente.

¿Quién no ha escuchado al presidente peruano o a los tecnócratas referirse al crecimiento económico tan solo como crecimiento? Es imperativo saber que el crecimiento económico es un tema crucial en economía; sin embargo, sino son bien referidas sus implicancias prácticas, no solo desorientan sino engañan.

Lo censurable es robustecer el término crecimiento, cuando deliberadamente se trata de orientar políticamente a la población. Pueden existir muchas razones o argumentos que avalen esta decisión. Lo que subyace es sostener un equívoco, que ayuda a desorientar sobre el verdadero rol de la economía. En economía, el lenguaje no funciona al gusto del cliente.

La teoría del desarrollo económico trata las causas y el mecanismo del aumento de la productividad del trabajo, y sus repercusiones en la forma en que está organizada la producción, la distribución y utilización del producto social. Por lo tanto el aumento de la productividad del trabajo y sus repercusiones en la distribución del producto social son el problema central.

Se sostiene que es sumamente importante el aumento de la productividad en las empresas, sin embargo no se dice que este aumento de la productividad muchas veces solo significa el aumento de las ganancias del empresario, no tiene ninguna repercusión sobre la renta global o la economía en general. Esta es la observación que se debe rescatar.

Luego que los liberales inocularon el virus crecimiento a secas, los políticos aprovecharon el momento para insensibilizar a la población, engañando y haciendo creer que el “progreso” se distribuye entre todos. Este virus sigue paralizando, vuelve inermes a grandes sectores de la población por un supuesto mejoramiento de las condiciones de vida.

Tanto va el agua al cántaro que termina por reventar. El estropicio tiene diferentes grados de intensidad. Por lo general tiene un inicio con la bonanza de determinados sectores de la población, hasta que llega a un máximo y comienza a decrecer, transformándose en protestas sociales, porque el salario no se incrementa.

Acto seguido, las explicaciones de los políticos, funcionarios, técnicos y aduladores a favor del crecimiento no logran contener el descontento. Frente a esta realidad los políticos, funcionarios, técnicos y aduladores saltan de la embarcación tratando de salvarse. Esto es lo que sucede en Perú, como consecuencia de un modelo que solo sabe privilegiar el crecimiento y no el crecimiento económico.

Concretando. Desde 1990, cuando gobernaba Fujimori hasta el presente con el gobierno de Humala, quieren seguir haciendo creer que la productividad social, entendida como el producto total por unidad de tiempo de una colectividad, no es una teoría macroeconómica de la producción o no puede ser parte de la teoría del desarrollo. Bajo el actual modelo liberal las bajas remuneraciones, desempleo, baja productividad, es más de lo mismo.

Dijo Adam Smith: “Solamente por medio de un agregado de capital un empresario puede proveer  a sus obreros de mejores maquinas o lograr una mejor distribución  del trabajo entre ellos”. Al respecto, el apunte de Celso Furtado: “Para Smith, la división del trabajo debía ser precedida por la acumulación del capital (circulante), pero era aquélla la que estimulaba el uso del capital fijo, particularmente maquinas. De todos modos, no parece reconocer que una mejora técnica pueda aumentar la productividad del trabajo, sin que se produzca antes una acumulación de capital”.


Esto es lo que no han entendido ni entenderán los neoliberales, aquellos que han apuntalado modelos como el peruano.

29 de abril de 2015

Crecimiento económico 2015








Oscar Muñiz

Las perspectivas económicas para América Latina y el Caribe en el 2015 son por demás desalentadoras. Los menores precios de las materias primas pasan factura a los años de bonanza, lo mismo que la disminución de la inversión y la baja productividad.

El crecimiento de América Latina y el Caribe 2015 no pasara del 0.9%. Solo Perú y Chile tendrían un repunte en su crecimiento, pero nada excepcional. El descenso de China y los riesgos financieros aumentan la inestabilidad económica en la región, aunque el crecimiento de la economía estadounidense favorecerá por ejemplo a México y a unos cuantos socios. Es el caso del grupo del Pacifico –México, Colombia, Perú, Chile-. La economía venezolana presentara una contracción significativa, mientras que Argentina sufrirá variaciones  por las presiones cambiarias y un descenso en su producción.


Crecimiento del PBI real, variación porcentual anual según el FMI


PAÍS
2014
2015
2016


PROYECCIÓN
PROYECCIÓN
Canadá
2.5
2.2
2.0
México
2.1
3.0
3.3
Estados Unidos
2.4
3.1
3.1
Argentina
0.5
-0.3
0.1
Bolivia
5.4
4.3
4.3
Brasil
0.1
-1.0
1.0
Chile
1.8
2.7
3.3
Colombia
4.6
5.4
3.7
Ecuador
3.6
1.9
3.6
Guyana
3.8
3.8
4.4
Paraguay
4.4
4.0
4.0
Perú
2.4
3.8
5.0
Surinam
2.9
2.7
3.8
Uruguay
3.3
2.8
2.9
Venezuela
-4.0
-7.0
-4.0
Belice
3.4
2.0
3.0
Costa Rica
3.5
3.8
4.4
El Salvador
2.0
2.5
2.6
Guatemala
4.0
4.0
3.9
Honduras
3.1
3.3
3.4
Nicaragua
4.5
4.6
4.3
Panamá
6.2
6.1
6.4
Antigua y Barbuda
2.4
1.9
2.3
Bahamas
1.3
2.3
2.8
Barbados
-0.3
0.8
1.4
Dominica
1.1
2.4
2.9
Republica Dominicana
7.3
5.1
4.5
Grenada
1.5
1.5
2.0
Haití
2.7
3.3
3.8
Jamaica
6.5
1.7
2.2
San Cristóbal y Nieves
7.0
3.5
3.0
Santa Lucia
-1.1
1.8
1.4
San Vicente y las Granadinas
1.1
2.1
3.1
Trinidad y Tobago
1.1
1.2
1.5
América Latina y el Caribe
1.3
0.9
2.0

Sin novedad en el frente








Oscar Muñiz


En base al informe de prensa de Monitor Fiscal, el director del departamento de finanzas publicas Víctor Gaspar, el director adjunto de la FAD, Ben Clements y el jefe de división FAD, Wafa Amr, presentaron las tres dimensiones en las que se proponen trabajar, de hecho lo están haciendo.

Primer mensaje
1.       Los riesgos de las finanzas publicas siguen elevándose
2.       Se tiene altas deudas e inflaciones bajas en muchas economías avanzadas
3.       Se tiene que el precio del petróleo es bajo lo miso que los precios de los productos básicos, lo que afecta a los exportadores

Segundo mensaje
4.       En la actualidad, esta es una oportunidad de oro por los bajos precios del petróleo y la baja inflación, lo cual podrá permitir subsidiar energía y su fiscalización
5.       El argumento de Monitor Fiscal: Debido al actual proceso de precios de la energía, podría reflejarse daños locales, y reducción de las emisiones de carbono.

Tercer mensaje
6.       ¿Como la conducta sistemática de la política fiscal puede contribuir a la estabilidad macroeconómica y al crecimiento? Monitor Fiscal introduce un concepto nuevo el coeficiente de estabilización fiscal FISCO , el cual mide la cantidad de equilibrio general de un país frente a la debilidad económica. A mayor FISCO, mas anti cíclicos en la política fiscal.


No hay duda que frente a la esquizofrenia el mejor remedio es el entusiasmo para su sanación. El enfoque fondomonetarista puede resultar provechoso, pero adolece de un enfoque sociopolítico serio y responsable.  

21 de abril de 2015

XIV Informe Global de Tecnología de la Información 2015








Oscar Muñiz



El informe fue publicado por el Foro Económico Mundial (WEF), siendo su objetivo evaluar el impacto de las TIC’s en el proceso de desarrollo y competitividad del mundo.

El Perú según este informe ocupa el puesto 90 del ranking de 143 economías. Chile ocupa el puesto 38, Uruguay-Costa Rica-Panamá-Colombia ocupan el puesto 64, México el puesto 69, Singapur el 1 y Finlandia el 2.

Las limitaciones del desarrollo como la baja calidad del sistema educativo peruano (Puesto 133), la baja calidad de la educación en matemáticas y ciencias (Puesto 138), la falta de eficacia legislativa que retrasa la regulación de las TIC’s (140) en Perú, estimulan su poco desarrollo.

En el Perú se realizó el estudio “Evaluación del impacto de la implementación de un arreglo institucional que impulse el desarrollo de las TIC” (Consejo Nacional de Competitividad: Katz, Raúl Luciano). En este estudio se dice que el índice de digitalización fue de 40.76 puntos en el 2013, lo cual coloca al país  en el puesto 11 en América Latina. Esto no es óbice para reconocer que Perú enfrenta limitaciones en otras aéreas de la digitalización como la confiabilidad de redes, la capacidad de redes, aun cuando cuenta con un excelente factor humano.

El Perú adolece de una política pública de fomento a una sociedad de la información. Sugieren los entendidos que el Estado debería revisar su agenda tecnológica, su agenda TIC’s con el fin de establecer plazos, prioridades y financiamiento para que la tecnología este al servicio del ciudadano, del mercado y de la sociedad en su conjunto. Lo anterior también compete a otros ramos involucrados, como los inversionistas en tecnología celular.

Los estudiosos del tema formulan como objetivo crear una agenda de sociedad de la información que permita desarrollar un marco regulatorio que fomente la competitividad, y una autoridad de acceso a la información publica que garantice la transparencia del Estado.
Ustedes tienen la palabra. Recibimos sus opiniones.


Información



17 de abril de 2015

Paul A. Baran y la economía









Oscar Muñiz



Palabras previas

No cabe la menor duda que hasta finales de los años 1970 la ciencia económica se desarrollaba con más riquezas que impurezas. ¡Que duda cabe!

Los estudiantes de ciencias económicas tenían verdaderamente la oportunidad de embeberse con cada publicación de los académicos más productivos, con las corrientes de pensamiento más audaces, lo mejor de todo esto fue que los maestros consentían compartir su conocimiento y experiencia con aquellos alumnos sin rostro.

En Latinoamérica más de un autor que había sido galardonado con algún premio importante era convertido en más que una estrella de rock. Su producción se agotaba de los estantes de las librerías como hoy se agota la última versión de un teléfono inteligente (smarthphone) o una consola de juegos. De esos tiempos a esta parte ha pasado mucha agua bajo el puente.

En la actualidad, un rasgo característico de las ciencias económicas, es haber sido constreñida a un solo tema, el crecimiento económico. Anteriormente, no solo era obligatorio conocer al respecto, también se obligaba saber sobre desarrollo económico. Ambos temas, crecimiento económico y desarrollo económico, eran por así decirlo, la coronación de la comprensión de la economía. Tan es así que ambos temas eran obligatorios en el syllabus académico de los dos últimos años de la carrera para graduarse de economista.

Es ahí, en ese ambiente académico y juvenil, que irrumpe con su punto de vista Paul A. Baran. No tan lejos estaba Samir Amir, Celso Furtado, y otros de la anterior generación de economistas. Así es que si algo tenemos los economistas, graduados por aquella época, es la herencia nunca exigida de estos pensadores.   

No se trata de hacer comparación alguna. De ninguna manera. Solamente es la necesidad de subrayar el hecho comprobable, que sea el medio que sea de obtención de información económica, en las ultimas décadas se privilegia al crecimiento económico, mas aun no siendo utilizado tal cual lo escribimos aquí, sino simplemente se designa como crecimiento. El interesado sabrá e interpretara que se refieren al crecimiento económico. Hasta en esto cambio la ciencia económica, acortando lo importante, el adjetivo, quien sabe por qué.

La franqueza de Paul A. Baran impacta. Nadie fue tan franco, su sinceridad es el rasgo más impresionante de su personalidad. Por tal razón es menester rescatar su legado con sus propias palabras. Por tal motivo se expone la siguiente recopilación de ideas extraídas de uno de sus mejores libros “La economía política del crecimiento”, terminado de escribir en 1955.


Paul A. Baran



¿Quien fue Paul A. Baran?

Nació el 08 de diciembre de 1910, en Nikolaev-Ucrania
En 1917 se traslada a Vilna, territorio polaco
Desde 1925 vive en Alemania hasta concluir sus estudios secundarios
1926, se matricula en el Instituto de Economía Plekanov de la Universidad de Moscú. Estudio hasta 1928
1928, se traslada a Alemania para estudiar economía en la Universidad de Berlín. Trabaja como investigador asistente en el “International Agrarian Institute” en Berlín. Continua sus estudios de economía en Frankfurt, acepta el cargo de asistente en el “Institute for Social Research”
1933, con la ascensión de Hitler al poder (Canciller), abandona Alemania para radicar en Polonia
1939, se traslada a EUA. Estudio en la Universidad de Harvard. Prestó servicios durante la IIGM, como economista en la Office of Strategie Service del ejército de EUA. Luego fue adscrito al equipo de investigación del Federal Research Bank de Nueva York
1949, fue nombrado catedrático de economía de la Universidad de Stamford-California
Fallece el 26 de marzo de 1964


Su obra

La economía política del crecimiento
Los excedentes económicos y la teoría marxista del desarrollo
Capital monopolístico: Un ensayo sobre la estructura económica norteamericana
Además de artículos, folletos y trabajos colectivos.


Legado

Para centrar la propuesta, Celso Furtado, en su libro Desarrollo y Subdesarrollo, dice lo siguiente: “Cuando, más de diez años atrás, el autor comenzó a interesarse en el subdesarrollo, la ciencia económica enseñada en las universidades, tanto de Europa como de los Estados Unidos, difícilmente ofrecía punto de partida alguno para abordar la materia. La teoría de los precios, cuerpo central de la ciencia económica, estructura dentro del marco de la concepción del equilibrio general, excluía toda actitud mental dirigida a los problemas de dinámica social. El estudiante se habituaba a traducir en términos de análisis infinitesimal las relaciones básicas de la actividad económica, refugiándose en la atmosfera rarificada de las altas abstracciones. De allí descendía directamente a la geografía económica y a la descripción de las instituciones. Toda insistencia en las diferencias estructurales hacia nacer la sospecha de una asimilación insuficiente del método científico de la economía”.

“Junto a la teoría de los precios y sus ramificaciones, habría de surgir, como erupción volcánica, la compleja construcción keynesiana, cuya larga digestión proseguiría en los medios académicos. Para los economistas formados en la tradición de la teoría del equilibrio, constituía una autentica acrobacia mental recorrer las sendas, colmadas de imprevistos, del pensamiento keynesiano. Mientras tanto, la herramienta del análisis macroeconómico abría perspectivas enteramente nuevas y contribuía poderosamente a romper  la gruesa capa de preconceptos que se fue acumulando a la sombra de un rigor metodológico cada vez más estéril. Con todo, la elegancia del modelo keynesiano ocultaba en sus agregados  muchos de los problemas más sugestivos que comenzaban a ser vislumbrados mediante el enfoque macroeconómico”.       

Sin duda esta perspectiva fue como un suave viento en un verano caluroso y sofocante, que dejaba la sensación de que se aproximaba otra brisa y otra más, que menguase la sensación melosa de un verano tórrido en pleno corazón del bosque húmedo tropical. Los muchachos de aquella época no nos equivocamos. Efectivamente fue así.

Allá por la década de los años 1970, leyendo “La economía política del crecimiento”, resaltaba lo que era una propuesta, que a la larga se materializo en evidencia. “Los acontecimientos en el Cercano Oriente, que culminaron con la acción militar anglo-francesa en contra de Egipto, corroboran una de las tesis centrales de este libro, a saber, la naturaleza “irrefutada” del capitalismo contemporáneo y su animosidad inherente hacia toda iniciativa genuina de desarrollo económico por parte de los países atrasados. El papel que en este conflicto jugaron los Estados Unidos, demuestra la irreconciliable rivalidad que existe entre los países imperialistas, así como en la creciente incapacidad de las viejas naciones imperialista para mantenerse firmes ante las pretensiones de mayor influencia y poder, por parte de Norteamérica. Poniéndolo en las amargas palabras de The Economist de Londres “debemos aprender a que no somos hoy ni podemos ser, los iguales de los norteamericanos. Tenemos el derecho de exponer nuestros intereses nacionales  mínimos y de esperar que los norteamericanos los respeten. Pero una vez hecho esto, debemos buscar su dirección” (17/11/1956).

Pero lo medular de lo que trata Baran, llega cuando dice “Aunque la afirmación de la supremacía norteamericana en el “mundo libre” implica  reducir a la Gran Bretaña y Francia –para no hablar de Bélgica, Holanda y Portugal- al status de socios menores del imperialismo norteamericano, este cambio quizá pueda traer algunas consecuencias favorables para los países subdesarrollados. Al trasladarse, por decirlo así, del servicio de un negocio empobrecido al empleo de una empresa prospera, los países coloniales y dependientes pueden esperar que su nuevo jefe sea menos capaz, más generoso y mas previsor. Porque es muy dudoso que este cambio produzca alguna diferencia fundamental en los problemas básicos del desarrollo económico y social de los países atrasados, no es improbable que ocasione una cierta mejoría en su destino”.

Sin embargo Paul A. Baran se expresaba entusiasta con el socialismo de Occidente: “Hoy más que nunca es el momento para que los socialistas de Occidente, renovemos nuestra dedicación a la causa de la razón, del progreso y de la libertad, de que debemos nuestros esfuerzos para hacer avanzar la causa del socialismo. Del éxito final de estos esfuerzos depende el destino de la humanidad, tanto en el Este como en el Oeste. Únicamente atraves de estos esfuerzos es como podrá  restaurarse a los países económicamente más avanzados  la dirección ideológica, política y moral del mundo, que ha dejado de pertenecerles. Solo el progreso y la guía  de los países adelantados por el camino de una democracia socialista, terminara con los incalculables sufrimientos a que ha estado condenada hasta ahora la humanidad”, Oxford, 1956.

Según Paul A. Baran, el capitalismo monopolista es el responsable de la depresión y el subempleo crónico. Frente a la reducción de la producción, por aquellos años, del ingreso y la ocupación, la única alternativa de solución es la aceleración e los gastos militares. Deja clara la idea que EUA solo ayuda a aquellos países que consideran ser una amenaza, donde cierta ayuda económica “deberá mantenerse en tanto exista la amenaza comunista”. Como panorama general Paul A. Baran considera de importancia las siguientes ideas y realidades. El gran interés por el desarrollo económico, no constituye una novedad en el campo de la economía política. Y, sabemos que la ciencia económica ha devenido de mal en peor, se redujo no solo al paporretismo, sino también al interés crematístico. Actualmente todo se resuelve mediante la explicación del crecimiento económico. Es un mal presagio para el futuro de la sociedad y de las fuerzas productivas en su conjunto.

En los albores de la ciencia económica, este fue un esfuerzo intelectual revolucionario, solo por encontrar y establecer los principios rectores de un sistema económico capaz en grado máximo de hacer avanzar la causa de la humanidad. Últimamente se ha vuelto contra su propio pasado, transformándose en mero intento para explicar y justificar el statu quo –condenando y suprimiendo, al mismo tiempo, todo esfuerzo de juzgar al orden económico existente conforme a patrones racionales, o de entender los orígenes de las condiciones prevalecientes y las potencialidades de desarrollo que estos contienen. Como Marx hacía notar “Los economistas nos explican el proceso de producción en condiciones dadas; lo que no explican, sin embargo, como esas mismas condiciones son producidas, es decir, el movimiento histórico que las genera”.

Por eso, Paul A. Baran, se refiere al movimiento del capital a principios del  siglo xx de esta manera: “El movimiento armonioso del capital de los países avanzados hacia los menos desarrollados, que se esperaba que fuera impulsado por el afán de lucro, asumió en realidad la forma de luchas enconadas por las oportunidades de inversión, por los mercados y fuentes de materias primas. La penetración occidental en las regiones atrasadas y coloniales, que se había supuesto extendería los beneficios de la civilización occidental a todos los rincones del globo, se tradujo de hecho, en la opresión y explotación brutal de las naciones subdesarrolladas”.

Al respecto, por un momento, ubíquese en cualquier etapa de la historia de la humanidad anterior a la que vivimos. Debe figurarse que lo mismo que sucedió, hoy sucede, que nosotros somos aquellos a los que les quitaron sus pertenencias, su vida, a cambio de nada. Si existe el horror al ver las injusticias con los pueblos menos desarrollados, hablando del pasado, hoy nos encontramos en la misma condición, con el agravante de que teniendo los medios de información suficientes no sabemos nada.    

Paul A. Baran, se refería a la carrera armamentista de las potencias como “Una frenética carrera de armamentos entre las grandes potencias comenzó a absorber partes cada vez mayores de sus producciones nacionales y se convirtió en el factor más importante para determinar su nivel de actividad económica. En rápida sucesión, la guerra chino-japonesa, la guerra hispano-americana, la guerra anglo-bóer, la sangrienta represión de la rebelión de los bóxers, la guerra ruso-japonesa, la Revolución Rusa de 1905, la Revolución China en 1911-1912 y finalmente la I Guerra Mundial, escoltaron a la era presente del desarrollo capitalista, la época del imperialismo, de las guerras y de las revoluciones sociales y nacionales”.


Principales guerras europeas
SIGLO
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
Índice
18
24
60
100
180
500
370
120
3080
Pitirin Sorokin, Social and Cultural Dynamics, Vol. 3, 1937
Los índices combinan el tamaño de las fuerzas en lucha, el número de bajas, el número de países involucrados y la proporción de los contendientes con respecto al total de la población.


Paul A. Baran, se refiere al movimiento del capital a principios del siglo xx y finales del xix de esta manera: “El movimiento armonioso del capital de los países avanzados hacia los menos desarrollados, que se esperaba que fuera impulsado por el afán de lucro, asumió en realidad la forma de luchas enconadas por las oportunidades de inversión, por los mercados y fuentes de materias primas. La penetración occidental en las regiones atrasadas y coloniales, que se había supuesto extendería los beneficios de la civilización occidental a todos los rincones del globo, se tradujo de hecho, en la opresión y explotación brutal de las naciones subyugadas”.

En la actualidad esto es fácil de verificar y demostrar. Así se refería a la carrera armamentista de las potencias: “Una frenética carrera de armamentos entre las grandes potencias comenzó a absorber partes cada vez mayores de sus producciones nacionales y se convirtió en el factor más importante para determinar su nivel de actividad económica. En rápida sucesión, la guerra chino-japonesa, la guerra hispano-americana, la guerra anglo-bóer, la sangrienta represión de la rebelión de los bóxers, la guerra ruso-japonesa, la Revolución Rusa de 1905, la resolución China en 1911-1912 y finalmente la Primera Guerra Mundial, escoltaron a la era presente del desarrollo capitalista (la época del imperialismo, de las guerras y de las revoluciones sociales y nacionales”.

Sin embargo 1989, la desaparición del bloque socialista sea, tal vez, la mayor tristeza y mal aventurado tiempo con el que llego después de 34 años en que Paul A. Baran escribiese lo siguiente: “La Gran Depresión,…, hizo cada vez más difícil que continuara manteniéndose la “conspiración del optimismo” acerca del progreso social y el crecimiento económico en el capitalismo. El descubrimiento “científico y objetivo” hecho por la economía de que el socialismo era imposible, descubrimiento por tanto tiempo teniendo por verídico, fue dramáticamente refutado por el éxito de los esfuerzos de industrialización realizados en la U.R.S.S.”. También es justo decir que Paul A. Baran fue un aportante al socialismo democrático.

La referencia a Keynes, deja claramente mostrada su benevolencia y respeto por aquellos que caminaban por senda paralela a la de él. Dejo aclarado que “A riesgo de exagerar burdamente la estatura de Keynes, puede decirse que lo que Hegel hizo en relación con la filosofía clásica alemana, Keynes lo logro respecto a la economía neoclásica”.

Su opinión sobre los economistas es clara y rotunda. “Los economistas que solo de mala gana y bajo la presión irresistible de hechos incontrovertibles se habían “tragado” las implicaciones anticapitalistas  de la doctrina keynesiana, volvieron, con notoria algarabía, a los panegíricos habituales de la armonía capitalista. Ellos, permaneciendo “pegados a los hechos observables”, jovialmente comenzaron a discutir la inflación como la mayor amenaza para el equilibrio continuo de las economías capitalistas y declararon, una vez más, que el exceso de ahorro, la sobrecapacidad y las depresiones, eran reliquias de un pasado remoto y primitivo. La economía, al exaltar las virtudes del mecanismo del mercado, al glorificar  el monopolio y las “grandes empresas”, prácticamente cancelo cualquier avance logrado como resultado de la revolución keynesiana y volvió a la complacencia de la “alegre década de los veinte”.

Son estos algunos de los rasgos del pensamiento económico de Paul A. Baran, su contribución al pensamiento contemporáneo, al hacernos recordar la situación actual de la posición de EUA en el contexto mundial, al rígido planteamiento de la política económica estadounidense prácticamente en la mayoría de los continentes, con riesgo de poner al mundo al borde de una tercera guerra mundial.

La política estadounidense llena de vacios y augeros, en muchos casos llenados con plomo y sangre, lo vemos en el Medio Oriente, en África, en Asia, en Latinoamérica. No es ningún invento. Lo vemos a diario en los medios de comunicación social. La comparsa de los órganos que supuestamente contribuyen con el desarrollo de las naciones es grosero, es ampliamente censurable. Arrasar culturas milenarias como las de Irak, tener a la Unión Europea bajo su mando, sostener en la OTAN a más de un país contra la oposición popular de los países que la conforman, o erogarse el rol protagónico de la economía mundial tiene sus costos, estos son pagados, en todos los casos, por el propio pueblo estadounidense, y el resto del mundo.

Hacia el final, algún día tendrá que concluir la hegemonía estadounidense, así como sucumbió el imperio romano, no antes de que estallen las endebles compuertas que sostienen aun al gigante.