Hablando sobre economía
Cosa curiosa. Hablar sobre economía, desarrollo económico, política económica, es moneda corriente entre los legos y eruditos. Los legos cargados al tope con el combustible de la ignorancia hacen de la economía papel mojado en impertinencias, agresiones culturales de todo tipo y calibre.
Esta peculiar situación conlleva a tratar dos temas. Primero, sobre la permanente discusión de los que pueden opinar sobre economía; y segundo, del comportamiento que deben guardar los legos en economía.
Empecemos con el primer asunto. La economía como ciencia tiene el privilegio, sino es la única, que siendo parte de las ciencias sociales, teniendo un cuerpo científico, un método de investigación, se encuentra incorporada en toda actividad humana sea esta científica, comercial o de puro entretenimiento.
La economía trata sobre la renta, la riqueza, la pobreza, la producción, el capital, el dinero, el trabajo. Sobre estos temas todos opinan, incluido el lego en la materia y el que más habla necedades y grita, es el que sabe más.
Los estudios para ser economista duran cinco años. Los legos la aprendieron por osmosis; a este grupo de indigentes mentales le dá lo mismo “chicha que limonada” o lo que es lo mismo un buen bife con un buen vino tinto que comer bazofia con agua edulcorada.
En la mente de los legos no está registrada la palabra humildad, ni siquiera el temor al ridículo. En expresión del lego* o ignorante** los argumentos del economista solamente son razonamientos simiescos, incoherentes y poco elaborados. Por eso cabe la pregunta, en qué momento un lego sabe de economía. La respuesta puede ser fútil pero es la que más se acerca a la verdad, en el momento en que estudia un curso de Introducción a la Economía Política de 48 horas en un semestre de estudios; o cuando se hace cargo de la administración y finanzas de un negocio. Es algo así, como si un economista opinase sobre resistencia de materiales, anatomía o sobre la ultima técnica de investigación en genética o sobre el Genoma Humano.
La cosa es que un lego en economía habla muy suelto de huesos, habla como docto en la materia, sin saber que es la única ciencia opinable pero con recato hasta para los eruditos o conocedores de ella.
Pero, qué es opinar. Según el diccionario de la Real Academia Española, opinar es “formar o tener opinión. Expresarla de palabra o por escrito. Discutir sobre las razones, probabilidades o conjeturas referentes a la verdad o certeza de algo”. Pero, ¿qué es opinión? Opinión, según el mismo diccionario es “dictamen o juicio que se forma de algo cuestionable. Forma o concepto que se tiene a alguien o algo”. Más aún, la opinión es “sentir o estimación en que coincide la generalidad de las personas acerca de asuntos determinados”. En ninguna parte de estas definiciones calza el lego o ignorante que habla u opina sobre economía.
En círculos de profesionales donde la predominancia de las especialidades es la ciencia y técnicas fácticas existe una marcada división del trabajo y la integración es fundamental, tal es el caso de los centros de investigación sobre recursos naturales, ecología y medio ambiente; en este caso es indispensable la participación de la economía, incorporándola de acuerdo a la realidad física que se estudia.
Un ejemplo muy claro y gráfico es el aporte de Piotr Leonidovich Kapitsa, quien fuera un científico, un eminente físico que aportó al desarrollo de la física de los procesos magnéticos, a la física cuántica del estado condensado, a la física y a la técnica de las bajas temperaturas, a la física del plasma y a la electrónica; adicionalmente este científico privilegiaba en su trabajo a la economía y planificación. Sobre este tema en 1943 ofreció un discurso en la reunión de directores de organismos de la Academia de Ciencias de la URSS en Moscú. (1)
Para no aburrir al interesado lector debemos de tener presente lo que Kapitsa sustentaba con vigoroso convencimiento que le daba su experiencia y su integridad científica, cuando decía que no existía una idea clara y aceptable sobre cómo debe confeccionarse el plan de investigación y la rendición de cuentas, pero formulaba cuatro tareas, privilegiando dos de ellas. La primera la que se refiere al plan y al balance que sirven de medios básicos para la coordinación del trabajo científico de los institutos y los científicos de todo el país; segundo, el plan y el balance se plantean como el medio básico para hacer concordar la actividad científica de los institutos y los científicos con las demandas del país, su economía y cultura.
Son estas razones las que dan autoridad al que opina y sobre lo que opina, en este caso a P. Kapitsa sobre la importancia de la economía.
Con respecto al segundo punto, sobre el comportamiento que deben guardar los legos en economía. Primero, reconocer que no saben o que no han estudiado economía. Segundo, tener y mantener el espíritu siempre dispuesto ha escuchar a un economista. Tercero, evitar discusiones. Cuarto, preguntar sobre los temas que no le son de su competencia ni conocimiento sobre economía. Quinto, respetarse así mismo. Sexto, mantener la ecuanimidad en el uso del lenguaje. Séptimo, reconocer que el economista es a la vez matemático, historiógrafo, estadista y filósofo hasta un determinado límite y que está dispuesto para lo teológico como para lo normativo, a la vez tan aislado e incorruptible y, cuando fuere preciso, tan cerca de la tierra (J.M. Keynes).
Anécdota. En una oportunidad le llamaron al Dr. Moreyra, otrora Presidente del Banco Central de Reserva del Perú, economista; y él con la sencillez que siempre lo caracterizó respondió simplemente: “Yo no soy economista, soy abogado”.
Otra anécdota. El Nobel de Economía en el 2001 George Akerlof cuenta, quelos editores de la American Economic Review le rechazaron su paper "The Market for 'Lemons" que luego se convirtió en un clásico y por el cual le dieron el Premio Nobel. Al momento de rechazarle el paper el editor le dijo que la AER no publicaba papers que tratasen temas tan triviales y sin importancia. Dicho sea de paso Akerlof en su paper introdujo el concepto de Asimetría de Información en la determinación de precios en un mercado cualquiera. También se lo rechazaron en el "Journal of Political Economics" y en el "The Review of Economic Studies" para finalmente terminar publicado en el "Quarterly Journal of Economics" . (2)
* Lego, que no tiene noticias de algo. Ortografía de la Lengua Española. Real Academia Española.
** Ignorante, falto de letras o noticias. Ortografía de la Lengua Española. Real Academia Española.
(1) P. Kapitsa, Experimento, Teoría, Práctica. Artículos y Conferencias. Editorial MIR Moscú.
Recomiendo su lectura ya que es un libro delicioso, ejemplarizador, tierno y preocupado, donde la sabiduría de Kapitsa toca y marca el alma del lector de cualquier edad para siempre, especialmente a los jóvenes profesionales de cualquier especialidad, especialmente a los estudiantes de cualquier técnica ingenieril.
(2) http://demairena.blogspot.com/2007/07/1286-american-economic-review.html
Correo-e: munizasociados@gmail.com
http://dataplusdateunsupplement.blogspot.com
Cosa curiosa. Hablar sobre economía, desarrollo económico, política económica, es moneda corriente entre los legos y eruditos. Los legos cargados al tope con el combustible de la ignorancia hacen de la economía papel mojado en impertinencias, agresiones culturales de todo tipo y calibre.
Esta peculiar situación conlleva a tratar dos temas. Primero, sobre la permanente discusión de los que pueden opinar sobre economía; y segundo, del comportamiento que deben guardar los legos en economía.
Empecemos con el primer asunto. La economía como ciencia tiene el privilegio, sino es la única, que siendo parte de las ciencias sociales, teniendo un cuerpo científico, un método de investigación, se encuentra incorporada en toda actividad humana sea esta científica, comercial o de puro entretenimiento.
La economía trata sobre la renta, la riqueza, la pobreza, la producción, el capital, el dinero, el trabajo. Sobre estos temas todos opinan, incluido el lego en la materia y el que más habla necedades y grita, es el que sabe más.
Los estudios para ser economista duran cinco años. Los legos la aprendieron por osmosis; a este grupo de indigentes mentales le dá lo mismo “chicha que limonada” o lo que es lo mismo un buen bife con un buen vino tinto que comer bazofia con agua edulcorada.
En la mente de los legos no está registrada la palabra humildad, ni siquiera el temor al ridículo. En expresión del lego* o ignorante** los argumentos del economista solamente son razonamientos simiescos, incoherentes y poco elaborados. Por eso cabe la pregunta, en qué momento un lego sabe de economía. La respuesta puede ser fútil pero es la que más se acerca a la verdad, en el momento en que estudia un curso de Introducción a la Economía Política de 48 horas en un semestre de estudios; o cuando se hace cargo de la administración y finanzas de un negocio. Es algo así, como si un economista opinase sobre resistencia de materiales, anatomía o sobre la ultima técnica de investigación en genética o sobre el Genoma Humano.
La cosa es que un lego en economía habla muy suelto de huesos, habla como docto en la materia, sin saber que es la única ciencia opinable pero con recato hasta para los eruditos o conocedores de ella.
Pero, qué es opinar. Según el diccionario de la Real Academia Española, opinar es “formar o tener opinión. Expresarla de palabra o por escrito. Discutir sobre las razones, probabilidades o conjeturas referentes a la verdad o certeza de algo”. Pero, ¿qué es opinión? Opinión, según el mismo diccionario es “dictamen o juicio que se forma de algo cuestionable. Forma o concepto que se tiene a alguien o algo”. Más aún, la opinión es “sentir o estimación en que coincide la generalidad de las personas acerca de asuntos determinados”. En ninguna parte de estas definiciones calza el lego o ignorante que habla u opina sobre economía.
En círculos de profesionales donde la predominancia de las especialidades es la ciencia y técnicas fácticas existe una marcada división del trabajo y la integración es fundamental, tal es el caso de los centros de investigación sobre recursos naturales, ecología y medio ambiente; en este caso es indispensable la participación de la economía, incorporándola de acuerdo a la realidad física que se estudia.
Un ejemplo muy claro y gráfico es el aporte de Piotr Leonidovich Kapitsa, quien fuera un científico, un eminente físico que aportó al desarrollo de la física de los procesos magnéticos, a la física cuántica del estado condensado, a la física y a la técnica de las bajas temperaturas, a la física del plasma y a la electrónica; adicionalmente este científico privilegiaba en su trabajo a la economía y planificación. Sobre este tema en 1943 ofreció un discurso en la reunión de directores de organismos de la Academia de Ciencias de la URSS en Moscú. (1)
Para no aburrir al interesado lector debemos de tener presente lo que Kapitsa sustentaba con vigoroso convencimiento que le daba su experiencia y su integridad científica, cuando decía que no existía una idea clara y aceptable sobre cómo debe confeccionarse el plan de investigación y la rendición de cuentas, pero formulaba cuatro tareas, privilegiando dos de ellas. La primera la que se refiere al plan y al balance que sirven de medios básicos para la coordinación del trabajo científico de los institutos y los científicos de todo el país; segundo, el plan y el balance se plantean como el medio básico para hacer concordar la actividad científica de los institutos y los científicos con las demandas del país, su economía y cultura.
Son estas razones las que dan autoridad al que opina y sobre lo que opina, en este caso a P. Kapitsa sobre la importancia de la economía.
Con respecto al segundo punto, sobre el comportamiento que deben guardar los legos en economía. Primero, reconocer que no saben o que no han estudiado economía. Segundo, tener y mantener el espíritu siempre dispuesto ha escuchar a un economista. Tercero, evitar discusiones. Cuarto, preguntar sobre los temas que no le son de su competencia ni conocimiento sobre economía. Quinto, respetarse así mismo. Sexto, mantener la ecuanimidad en el uso del lenguaje. Séptimo, reconocer que el economista es a la vez matemático, historiógrafo, estadista y filósofo hasta un determinado límite y que está dispuesto para lo teológico como para lo normativo, a la vez tan aislado e incorruptible y, cuando fuere preciso, tan cerca de la tierra (J.M. Keynes).
Anécdota. En una oportunidad le llamaron al Dr. Moreyra, otrora Presidente del Banco Central de Reserva del Perú, economista; y él con la sencillez que siempre lo caracterizó respondió simplemente: “Yo no soy economista, soy abogado”.
Otra anécdota. El Nobel de Economía en el 2001 George Akerlof cuenta, quelos editores de la American Economic Review le rechazaron su paper "The Market for 'Lemons" que luego se convirtió en un clásico y por el cual le dieron el Premio Nobel. Al momento de rechazarle el paper el editor le dijo que la AER no publicaba papers que tratasen temas tan triviales y sin importancia. Dicho sea de paso Akerlof en su paper introdujo el concepto de Asimetría de Información en la determinación de precios en un mercado cualquiera. También se lo rechazaron en el "Journal of Political Economics" y en el "The Review of Economic Studies" para finalmente terminar publicado en el "Quarterly Journal of Economics" . (2)
* Lego, que no tiene noticias de algo. Ortografía de la Lengua Española. Real Academia Española.
** Ignorante, falto de letras o noticias. Ortografía de la Lengua Española. Real Academia Española.
(1) P. Kapitsa, Experimento, Teoría, Práctica. Artículos y Conferencias. Editorial MIR Moscú.
Recomiendo su lectura ya que es un libro delicioso, ejemplarizador, tierno y preocupado, donde la sabiduría de Kapitsa toca y marca el alma del lector de cualquier edad para siempre, especialmente a los jóvenes profesionales de cualquier especialidad, especialmente a los estudiantes de cualquier técnica ingenieril.
(2) http://demairena.blogspot.com/2007/07/1286-american-economic-review.html
Correo-e: munizasociados@gmail.com
http://dataplusdateunsupplement.blogspot.com
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