Oscar Muñiz
Este es el cuarto paquete de
medidas económicas que aprueba el gobierno. Debido al enfriamiento de la
economía, la baja inversión privada y la defectuosa inversión estatal el
ministerio de economía se comprometió a dar un impulso a la económica. Es
evidente que la situación no es muy halagüeña, el retraso de la implementación
de medidas tiene meses, lo cual constituye por si fuera poco una displicencia
interesada.
Son dos hechos que anteceden la promulgación de este decreto.
Primero, el agotamiento de las esperanzas en la conducción económica del ex
ministro de economía Castilla y su preferencia en el cargo por razones
puramente políticas. Segundo, la coyuntura climática que sorprendió a los
incautos, cuando un coro de futurólogos adivinaban la anticipación del fenómeno
El Niño (Ver ampliación al final). Si este fenómeno se hubiese dado con la
virulencia que pronosticaban, poco o nada se podría haber hecho. Todo fue una
cortina de humo para resguardar la permanencia del ex ministro Castilla en
defensa de los intereses seculares del grupo de poder tradicional.
Hoy el panorama es diferente. Los problemas laborales, las
paralizaciones y huelgas son pan de cada día. El bloqueo de carreteras aunque
no son letales para la economía grafican el malestar de la población. El caos
vehicular en zonas urbanas por ejemplo de Lima tiene un impacto negativo en la
economía miles de pérdidas de horas/hombre en el trabajo, y la punta del
iceberg es el anárquico y creciente desempleo materializado en el comercio
ambulatorio. Al ver todo esto nos damos cuenta que el desempleo tiene mil caras,
aunque las autoridades de trabajo o el mismísimo ministerio de economía
sostenga que el desempleo está por debajo de lo históricamente registrado.
El tiempo no perdona. La negativa del gobierno en aceptar la
urgencia de reorientar la economía en el 2013, privilegio a unos pocos. El
Decreto Supremo N° 312 , plantea medidas que para algunos pueden ser
efectivas, para otros son inapropiadas. El tiempo lo decidirá. De lo que
adolece el decreto es de oportunidad. Debió darse por lo menos al inicio de
2014. Ahora no es momento de enrostrar al ex ministro Castilla, ni de llorar
sobre la leche derramada.
Estos son algunos datos sobre el Decreto Supremo 312. El
paquete reactivador consta de cuatro componentes. 1) Impulso fiscal de corto
plazo compuesto por aguinaldos-2014 por un monto de S/. 1,000 millones, más la
implementación de pequeñas obras en el sector educación por S/. 200 millones, y
S/. 400 millones destinados al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social;
pago de deudas antiguas en el sector educación y salud. 2) Reducción a 3.5 años
los tramites de los permisos ambientales. 3) reducción a cero del arancel a las
importaciones de insumos o bienes intermedios (ingresos al país de bienes de
capital que promuevan la inversión); se espera reducir el arancel promedio por
debajo del 2% incluyendo los bienes finales. 4) Expandir el crédito fiscal para la capacitación de trabajadores menores
de 24 años. Al cabo de cinco años, el Estado reembolsará a la mypes el costo de
la seguridad social del primer año de contratación, lo que promoverá la
inserción laboral y la formalización. Este programa está condicionado a jóvenes
que han terminado la secundaria, que no han tenido trabajo formal, formado
parte de una lanilla electrónica o para jóvenes que participaron del programa y
están desempleados.
El presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX)
rechazo bajar a cero el arancel para 1,870 partidas arancelarias. Solicito al
Ministerio de Economía y Finanzas derogar el Decreto Supremo N° 312
recientemente publicado. Sus argumentos son, que la reducción impedirá a los
exportadores no tradicionales solicitar un drawback (régimen aduanero de
perfeccionamiento activo) e impactara negativamente en otras actividades
productivas sin protección, frente a productos importados que tienen medidas
promocionales en sus países de origen.
Si de algo sirve, aunque tengamos nuestros reparos, es el
componente cuarto, especialmente en lo que se refiere a la capacitación de los
jóvenes. Una vez más, decimos que la ralentización de las medidas tiene su
origen en las razones políticas no sustentadas por el gobierno. El caso de ADEX
es conocido, grupo empresarial que no capta que el tiempo es muy valioso para
la supervivencia de millones de peruanos.
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