Como dijéramos en anteriores ocasiones, la política peruana se encuentra en el lodazal de la corrupción. Esta es de tal magnitud que rebosa de esperpentos. Dos son los casos adicionales a esta larga lista.
El primero es el caso de la edificación de una planta de purificación de aguas servidas en plena área urbana del distrito de San Bartolo al sur de Lima; el otro caso es la gracia otorgada al anterior dueño de un canal de televisión, aquel que recibiera millones de dolares de manos de Vladimiro Montesinos Torres a cambio de la linea editorial del canal y que hoy burlando toda regla y dejando mal parado al presidente de la república Alan García Perez y al ministro de justicia Aurelio Pastor. Al decir de muchos esta gracia fue para evitar que el ex presidente Alejandro Toledo sea candidato a la presidencia en el 2011 y mediatizar a la prensa.
Lo curioso que en el caso de la planta purificadora se encuentra inmerso por indicios de corrupción el ex futbolista Julio Cesar Andrade, Julinho, el cual invirtiendo en su compañía US$ 700 tuvo acceso a más de US$ 4.5 millones en la inversión de la planta. Este personaje debe a medio mundo, es un indigente pero usa traje Armani, habla frente a la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República con sentimentalismo y mezclando temas personales (divorcio) con los hechos que se le acusa.
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