Asesoria Economica Financiera y Medio Ambiente

11 de abril de 2007

La modernización del Estado Peruano

Modernización del Estado, reducción del Estado, reorganización del Estado, reestructuración del Estado, son solo algunos términos que en los últimos treinta y nueve años se han utilizado para crear y desaparecer por ley los órganos que constituyen el Estado Peruano.

Fue Juan Velazco Alvarado en 1968 quien generó un cambio total del que otrora era la estructura del Estado, creando un organigrama estatal, donde éste estaba presente en los ámbitos productivo, financiero, cultural, político, de la vida nacional. Esta cambio duró ocho años, hasta que su sustituto, Francisco Morales Bermúdez, regresó parcialmente a la situación antes de 1968. Se podría decir que se “descamino” lo que se “camino”, perdiéndose por olvido o por miedo la noción de gobernar.

Así desde 1980 la prensa que fuera expropiada y confiscada en la década anterior volvió a manos de sus dueños naturales; la pesca ya privatizada dos años antes también buscó otras manos privadas. Pero fue en el quinquenio 1985 – 1990 que hasta se pretendió estatizar la banca privada.

En la década de los noventa la corriente modernista privatizó todo lo que el Estado poseía; el Estado fue saqueado y rematado al buen postor. No quedó de lado para el gobierno de turno “reestructurar” y “modernizar” nuevamente el Estado, en esta oportunidad adicionó el propósito de deshacerse de los empleados, asunto que fuera abordado sin tomar en cuenta las normas legales vigentes, generando como consecuencia serios problemas sociales que hasta el presente no son revindicados.

Hoy, año 2007, bajo una nueva pero conocida administración se abre el asunto de la modernización del Estado con el propósito de fusionar los Organismos Públicos Descentralizados (OPD). Esta actitud gubernamental es nefasta, por que nadie en el Perú sabe lo que se quiere del Estado. Saber, en el sentido político de la palabra, de conjunción de las aspiraciones, del fortalecimiento del Estado y solidificación de la Nación Peruana.

Recordemos que Juan Velazco Alvarado, Francisco Morales Bermúdez, Alan García Pérez y Alberto Fujimori Fujimori fueron los gobernantes que trozaron el Estado, uno más que otro; fueron los que deshicieron el Estado y que no contribuyeron a fortalecerlo, modernizarlo y mucho menos ponerlo al servicio de los intereses de la Nación.

El asunto es simple y es el siguiente. Los cambios en el aparato administrativo estatal no tienen nada que ver con los cambios estructurales de la economía o de la sociedad. Mientras el primer tipo de cambio apunta a lo administrativo el segundo apunta a hacia los cambios en el crecimiento y desarrollo económico. Nada hay más perverso que malgastar tiempo y dinero en confundir estos dos aspectos, claro que el segundo es de vital importancia.

Cuando se hace referencia al crecimiento y desarrollo económico, se hace alusión por ejemplo al sector agrario, el cual lejos está de ser competitivo; se hace referencia a los monopolios de la importación de alimentos; al decrecimiento de las zonas agrarias como son la del Huallaga Central y Bajo Mayo, valles que se encuentran ubicados en la Selva Alta del departamento de San Martín, y que por décadas no han solucionado el problema de la comercialización de productos como el maíz y el arroz.

Fernando Belaunde Terry es el artífice de la carretera Marginal de la Selva, vía que une longitudinalmente la región amazónica. Sin embargo ningún gobierno fue capaz de mejorar el tramo de la carretera entre Tarapoto y Yurimaguas. Otro caso de significación regional es el tramo entre el Cusco y Quillabamba cuyo viaje demora más de 12 horas en una vía accidentada y muy peligrosa.

De estas cosas deberían de preocuparse los mandatarios. Sin embargo al parecer es más importante acicatear los problemas laborales que engendra toda “modernización”, que llevar a cabo una transformación económica y social, lo que en buen cristiano es poseer un sentido de continuidad en las labores ya hechas y que en muchos casos están durmiendo el sueño eterno.

No se debe olvidar que la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales estaba conformada por 140 personas, entre profesionales, técnicos y auxiliares. Sin embargo cuando se creó el Instituto Nacional de Recursos Naturales en 1993 en el gobierno de Fujimori, albergó, y hasta ahora los tiene, más 400 personas; no se engañe con lo que presenta esta OPD en su pagina web, en donde solo aparece el Manual de Organización y Funciones (MOF) y no aparecen todos los contratados. Eso no es modernización.

Correo-e: munizasociados@gmail.com