¿Qué dicen todas las teorías cuantitativas? Que, en un momento dado, y con una existencia dada de dinero, el agregado del precio multiplicado por la cantidad es una constante. Sus
implicancias son que solo pueden venderse a precios proporcionalmente más bajos. Y, si los precios son flexibles, bajarán cada vez que haya recursos inactivos, acompañando a esta baja de precios una expansión del volumen físico de la producción.
¿Cómo la flexibilidad de los precios promueve el pleno empleo? El volumen de empleo y producción es determinado, no por el nivel sino por la estructura interna de los precios. Las decisiones en cuanto a producción y empleo de cualquier productor depende de una relación entre sus costos y los precios que los compradores pagarán por su producción. Simplificando este análisis, suponemos que prevalece una competencia perfecta en todas las industrias, además que cada industria está integrada verticalmente lo que significa que solo emplea mano de obra y elabora producción final y no hay bienes intermedios; por último los vendedores tratan siempre de maximizar sus utilidades. Entiendo por maximización de utilidades a la igualdad del precio y el costo marginal; la producción de cada vendedor será llevada hasta que su costo marginal (en alza) es igual al precio (para él) dado.
Pero, ¿cuál es la relación de las tasas de salario con el costo marginal? Suponemos que el trabajo es el único insumo variable, el costo marginal es igual a la tasa de salarios dividida por el producto físico marginal de la mano de obra. Por ejemplo, si el ultimo trabajador añade diez unidades de producción el costo marginal es de un décimo de su salario; si añade ocho unidades el costo marginal es de un octavo de su salario.
Por ejemplo si el precio de producción es igual a $ 5 por unidad, la tasa de salario igual a $ 30 y la producción añadida igual a 6 unidades; el costo marginal es igual a 30/6 y el producto marginal estará entre 6 a 5.
Decir que la producción es llevada hasta el punto en que el precio es igual al costo marginal, es equivalente a decir que el insumo es llevado hasta el punto en que el salario es igual al valor del Producto Marginal de la mano de obra. El punto en que el precio es igual al costo marginal es también el punto en que el salario es igual al punto en que el salario es igual al valor del producto marginal.
P = CM
CM = W/MPL
W = P x MPL, donde
P = precio por unidad de producción
W = salario por unidad de insumo
CM = Costo Marginal
MPL = Producto Marginal Físico por unidad de mano de obra
P x MPL = Valor de la producción marginal
MPL = W/P
Esto significa que la producción es llevada hasta el punto en que el producto marginal (MPL) es igual al salario real y que la relación de salarios a precios es lo que determina la contratación de la mano de obra y la producción, no el nivel absoluto de unos u otros. Por lo cual, si tanto los salarios como los precios subieran o bajaran en la misma proporción, no habría incentivo alguno para que la empresa empleara menos o mas trabajadores o rindieran una producción diferente.
Un concepto adicional. La curva de la oferta de trabajo como función del salario real, significa que cuando más mano de obra es ofrecida a un salario real la curva se desplaza a la derecha; pero también puede ser vertical o doblada hacia atrás, cuando una tasa de salario real mas alta hace que algunos trabajadores tomen su aumento potencial en el ingreso real en forma de ocio.
Si suponemos, que a niveles dados de tasas de salarios monetarios y precios, los patronos hallan lucrativo emplear menos trabajadores que los que desean trabajar a ese salario real, con la condición de que hay competencia plena y libre, los trabadores desempleados ofrecerán sus servicios a tasas de salarios monetarios más bajas, en vez de continuar inactivos.
Pero cuándo y en qué medida tiene como resultado un empleo y una producción adicionales. La respuesta sería, depende qué suceda con los precios. Si los precios bajaran en la misma proporción que los salarios no hay incentivo para que aumente el empleo y la producción; y si los precios no bajaran o bajaran en una proporción menor que los salarios, será lucrativo aumentar la producción, absorbiendo alguno de los desempleados.
En el modelo clásico se presentan cuatro situaciones definidas. La función de producción, el equilibrio del mercado de trabajo, la teoría cuantitativa y el ajuste del salario monetario. En la primera situación, cuando la función esta sujeta a rendimientos decrecientes lo que significa que para cada nivel de insumo de trabajo hay una producción correspondiente. En lo que respecta al equilibrio del mercado de trabajo, cuando la pendiente de la función de producción disminuye ya que hay una y solo una curva de producto marginal para cada función de producción; sin embargo un cambio en la función de producción sin cambio en la inclinación de la curva, no altera el producto marginal, pero cualquier variación en la pendiente de la curva de la función de producción alterará la curva del producto marginal. Por lo tanto, si el salario real fuera mantenido más alto que el que corresponde, hay un excedente de oferta sobre la mano de obra; si el salario real fuera más bajo que el que corresponde la condición sería de escasez de mano de obra. Pero si imaginamos que hay competencia en el mercado de trabajo la primera condición obtiene como resultado una declinación en el salario y la segunda situación un alza. Según los académicos “la estabilidad del salario monetario es una condición de equilibrio. Por esta razón el equilibrio exige un salario real”.
En lo referente a la teoría cuantitativa su interés recae en hallar el nivel de precios de equilibrio, para lo cual se conoce el importe de dinero para cada nivel de ingreso monetario, por lo tanto el ingreso monetario no puede exceder a la existencia de dinero; por lo tanto si conocemos la función de producción podemos conocer el nivel de precios de equilibrio. Por último los ajustes de salarios monetarios permiten hallar el nivel necesario del salario monetario en base al equilibrio del mercado de trabajo ya que cualquier salario real es proporcional al precio del salario monetario, presentándose numerosas combinaciones posibles entre los precios por unidad de producción y el salario por unidad de insumo. Por eso si se tiene el salario real y el nivel de precios en equilibrio solamente existirá un salario monetario compatible, lo que es igual a decir que existe el equilibrio del mercado de trabajo.
Pero qué sucede si hay un incremento monetario. Se elevan los salarios y los precios en igual proporción, dejando la producción, los salarios reales y el empleo sin afectar. También se presentara un cambio en aumento en el producto medio y en el producto marginal del trabajo; el salario real de equilibrio aumenta, lo mismo que el volumen de equilibrio del empleo; pero si no se modifican ni la mano de obra ni los salarios, la mayor producción puede ser vendida solo a un precio más bajo, y solamente así el salario monetario puede subir; el nuevo salario monetario podría ser más bajo en vez de lo contrario, en ese caso el salario real será más alto y los precios bajarán más que los salarios.
Con esta visión se podría resumir diciendo, que los efectos de un aumento de la oferta de mano de obra son, un salario real más bajo, un empleo mayor, una producción mayor, un nivel de precios más bajo y un salario real monetario más bajo.
La tradición clásica desarrolla la teoría de la producción y el empleo de manera total y en términos reales, siendo su exponente más característico Jean Baptiste Say. Postulaba que “la oferta crea su propia demanda” o dicho de otra manera “las personas trabajan no por el amor al trabajo, sino solamente para obtener bienes y servicios que brinden satisfacciones. El acto mismo de la producción, constituye la demanda de otros bienes: una demanda equivalente al valor de los bienes sobrantes que cada persona produce. La producción (oferta) de cada persona constituye su demanda de otros bienes; de aquí que la demanda agregada tenga en algún sentido que ser igual a la oferta agregada. La producción total puede ser limitada por el hecho de que para cada individuo, las satisfacciones de un poco mas de ocio compensaran con creces el sacrificio de un poco mas de bienes que podrían haber sido obtenidos, pero ese desempleo será voluntario no involuntario”.
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