Oscar Muñiz Corro
Tulancingo, Mexico
Después de la disolución de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS), el mundo comenzó a vivir entre el terrorismo y
la intensificación de la migración. Hoy, estos fenómenos, son consecuencia de
la implantación abusiva y desalmada del neocolonialismo (1) en los países llamados del tercer mundo.
No es fácil convencer al neófito de que en muchos casos la
migración es consecuencia inevitable del abuso del poder, sino también del
manejo económico y político inescrupuloso de algunos gobernantes. La migración
centro americana hacia EUA y la migración africana hacia Europa, son dos
ejemplos de esta realidad, sin dejar de lado la
migración venezolana hacia países sudamericanos y la migración en el
medio oriente.
Fenómeno como la producción de hoja de coca se volvió una vía
crucis para poblaciones enteras del departamento/región de Cajamarca en el
norte de Perú. Esta migración pauperizada logro subsistir empleándose en los
trabajos más duros e inhumanos, como es el de la cosecha de la hoja de coca en
el departamento/región de San Martin (Selva Alta) y en la producción de pasta
básica de cocaína (PBC) y de clorhidrato de cocaína. Afganistán es otro caso
del despoblamiento por causa de la producción de amapola (adormidera o Papaver
somniferum-morfina) para la producción de opio.
La amenaza es inminente y permanente.
(1) Neocolonialismo: nuevo sistema de
colonialismo con el que la metrópolis intenta dominar económica o políticamente
a los países subdesarrollados.
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