En el último siglo la economía ha tenido tantos cambios que no es fácil enumerarlos; a inicio del siglo XX la historia económica albergó una alternativa tanto en lo teórico como en lo político. Pero no nos quepa la menor duda que después de 1989 la economía viene de tumbo en tumbo, siendo la última caída la del 2008, que hasta hoy hace temblar al mundo.
Esta es la historia de los acontecimientos de la política económica estadounidense entre 1960-1974, donde la recesión juega un papel fundamental que permite visualizar los ciclos económicos como bajadas y subidas de las fuerzas políticas y de los intereses nacionales, que provocan desempleo. Existen recesiones traumáticas que generaron desempleo entre el 15 y el 25% en los periodos 1907-1908; 1920-1921; 1930-1939; y las recesiones moderadas como las de 1961, 1970 y 1974-1975 que produjeron desempleo del orden del 9%.
Para los economistas, la teoría y la política son temas inseparables, de allí que “es casi imposible hablar de teoría sin implicar posibilidades para la política y la mejor manera de abordar la política es probablemente estudiando la teoría y sus aplicaciones empíricas” (W.H. Branson – J.M. Litvack).
Estos son datos de los acontecimientos de lo sucedido con la economía de los EEUU entre 1960-1974, tiempo de recesiones moderadas, de cómo se afrontaron estas situaciones y sus resultados.
Fig. 1.1 (a) |
Arriba Fig. 1.1 (b) Abajo Fig. 1.1 (c) |
1. Los movimientos de la producción real y potencial –o PNB real- se utilizarán en la Fig. 1.1 (a) para el periodo 1960-1974. El movimiento de la tasa de empleo, o sea la proporción de la fuerza de trabajo que está desempleada se muestra en la Fig. 1.1 (b). Finalmente, en la Fig. 1.1 (c) se indica la tasa de crecimiento del deflactor (nivel general de precios) del PNB, o sea, el índice de precios para el PBN.
2. El pleno empleo es imposible.
4. Se agrega a esta situación una tendencia al crecimiento general del 2.8% en la producción hora-hombre, a principios de los setenta la tasa de crecimiento de la producción potencial fue 4.3% al año. En los sesentas, esta tasa fue menor –entre el 3.75 y 4.0%-, debido al crecimiento más lento de la fuerza de trabajo; el “incipiente auge” de finales de los cuarenta constituye en los setentas un “auge de la fuerza de trabajo”.
5. En la Fig. 1.1 (a) la línea del PNB real, es exactamente el PNB real, que efectivamente se produjo. La diferencia entre el PNB real y el potencial es la brecha del PNB, o sea, la cantidad de producción que se pierde cuando la producción real no alcanza el potencial y el desempleo sobre pasa el 4%.
6. La Fig. 1.1 (b) representa la tasa de desempleo correspondiente a la brecha en la Fig. 1.1 (a). A mayor brecha del PNB mayor tasa de desempleo. La Fig. 1.1 (c) indica la tasa de cambio porcentual (anual) del deflactor PNB (DPNB); es decir, la tasa de inflación, correspondiendo a la brecha del PNB y a la serie de tasa de desempleo.
7. La comparación de las figuras 1.1 (b) y 1.1 (c) indica que no hay una relación única entre los movimientos en el desempleo y la tasa de inflación.
9. En 1973-1974, las disminuciones en la oferta de productos agrícolas y de petróleo provocaron la inflación, con un aumento del desempleo.
10. Los años setenta se iniciaron con un desempleo del 6.7%, en una cumbre cíclica en el segundo trimestre de 1961 y el PNB efectivo y real con una depresión cíclica y con una brecha del PNB de US$ 47,000 millones de 1958.
11. El nivel de precios era muy estable, como resultado de haber mantenido condiciones de baja actividad de demanda desde 1958. La tasa de desempleo llegó a un punto cíclico cumbre de 7.1% en 1958 II y bajó en 1959 II solamente a 4.9% y luego aumentar al 6.7% en 1961 II.
12. El cierre gradual de la brecha del PNB y la disminución del desempleo, desde 1962 hasta mediados de 1965, se debió a la creciente demanda de bienes de producción debido al estímulo de medidas de política fiscal expansionista, combinadas con un crecimiento ligeramente expansionista de la oferta monetaria.
13. En 1961 hubo un aumento de los gastos del gobierno federal (estimular la economía, revisiones de leyes fiscales, liberalizar los subsidios, compras de equipo nuevo) lo cual estimularon la demanda de inversión.
14. Al estabilizarse las tasas de crecimiento y el desempleo a finales de 1962 se propuso una reducción de impuestos para impulsar nuevamente la economía. Esta reducción de impuestos se aprobó en marzo de 1964 incrementando la demanda de consumo.
16. La política fiscal y monetaria había cerrado la brecha del PNB de US$ 47,000 millones en 1961 a casi cero en 1965 III, el desempleo se hallaba cerca del 4% y la tasa de inflación estaba por debajo del 2%.
17. El problema de estabilización en 1961, con precios estables, con una gran brecha en el PNB y desempleo alto, definió solo una dirección que fue obvia: ¡Expandirse!
18. La expansión fue gradual, no inflacionaria, con una diferencia en la opción: si el estimulo fiscal debía provenir de una reducción en los impuestos (impulsar el consumo) o un incremento en el gasto publico (vivienda, salud, otros programas).
19. La decisión fue reducir los impuestos (factibilidad política), decisión que trajo algunos inconvenientes.
21. En 1965 III, estos gastos fluctuaban entre los US$ 50,000 millones; en 1966 III se había elevado a US$ 63,000 millones y en 1963 III estaban en US$ 73,000 millones, un aumento del 50% en dos años.
22. Este enorme estimulo a la demanda no se equilibró con el aumento impositivo necesario para reducir la demanda del sector privado, y la oferta monetaria siguió creciendo desde mediados de 1965 hasta mediados de 1966 al 5.5%.
23. Sin un contrapeso para el aumento de la demanda originado por el presupuesto federal, el desempleo cayó por debajo del 4% en 1966 y la tasa de inflación se elevó al 4%, Fig. 1.1 ©.
25. La escasez de crédito redujo la demanda de vivienda al restringir el crédito hipotecario, la inversión empresarial se redujo a finales de 1967 debido a la escasez de crédito y la suspensión de crédito a impuestos para inversiones.
26. Esta medidas redujeron el crecimiento de la demanda y de la producción real, y la disminución en la presión de la demanda elevó la tasa de desempleo a finales de 1967. La tasa de inflación también se estabilizó por la menor presión de la demanda.
27. De enero a junio de 1967 la Reserva Federal permitió que la oferta monetaria reanudara su crecimiento a una tasa anual de 7% y en marzo de 1967 se restableció el crédito a los impuestos sobre las inversiones. En enero de 1967 la Administración Publica solicitó un aumento temporal del impuesto sobre la renta para ponerse operativa en julio de 1967, para retrazar el crecimiento de la demanda de consumo.
28. Recién en julio de 1968 fue aprobado el aumento impositivo y, para entonces, la combinación del crecimiento continuo de la oferta monetaria de 6.4% que duró desde junio de 1967 hasta junio de 1968, el incremento adicional en compras del gobierno federal de US$ 5,800 millones en el área de defensa y US$ 3,700 millones en otras áreas, desde 1967 III hasta 1968 III, habían reducido nuevamente la tasa de desempleo al 3.6% y elevado la tasa de inflación al 5.1%.
30. Aún con la terminación del aumento al impuesto sobre la renta, este cambio, a una política monetaria y fiscal restrictiva, aminoró el crecimiento de la demanda a fines de 1969 y para fines de 1070 había reaparecido una brecha de US$ 29,500 millones en el PNB. La tasa de desempleo había subido al 6% a finales de 1970 y estaban apareciendo los primeros signos de una lenta reducción en la tasa de inflación.
31. Así, a principios de 1971 parecía que, de alguna manera, la economía estaba regresando a una situación similar a la de su punto de partida en 1960, pero con una menor brecha del PNB en relación al PNB potencial, y a una tasa de desempleo de alrededor del 6 al 6.5%, en lugar del 6.5 al 7% de 1961.
32. La disminución de la demanda parecía estar frenando la tasa de inflación, de tal manera que, en 1971, la economía pudo empezar otra expansión gradual con precios estables y con desempleo en lenta disminución. Sin embargo este panorama de inicios de 1971 no develaba los acontecimientos reales que siguieron (inflación mundial, recesion mundial, inflación).
34. En 1972 (año de elecciones) la Administración Pública dió un estímulo, impulsando las compras federales que en 1968 eran US$ 97,000 millones, en 1971 eran US$ 99,000 millones hasta US$ 105,000 millones en 1972.
35. La oferta monetaria creció en un 8.8% de fines de 1971 a fines de 1972. Como resultado se dio una caída en la tasa de desempleo de su punto cumbre de 5.7 al 5.1% a finales de 1972 y al 4.6% a mediados de 1973.
De lo descrito podemos decir que la actual recesión contiene elementos mucho más graves y fresco está en la memoria de millones de personas el gran rescate de cientos de miles de millones de dólares que en muchos casos fueron mal empleados. Actualmente la economía norteamericana no acaba de salir de la recesion iniciada en el 2008, situación que como bien se conoce se recrudece con la guerra en Irak y Afganistán, los álgidos problemas causados por el problema inmobiliario y el descalabro de una parte de la banca.
No siendo suficiente tener estos problemas, se suma la inestabilidad de la zona euro. Algunos vislumbran una nueva recaída de la economía para el tercer trimestre del presente año, y como es de costumbre en estos casos, Grecia ocupa la atención, como también España aunque en menor intensidad. Si los pronósticos se cumplen sería asunto de aplicar ajustes para evitar la caída definitiva de economías como las mencionadas y otras más, sin dejar de mencionar los problemas aún internos en Gran Bretaña, Francia y Alemania.
Hoy se cuestiona que la rigidez de las disposiciones sobre los ajustes no fueron atinados, que más bien debieron aumentar las tasas impositivas y manejando la inflación en niveles que permita que el desempleo no se desbocara como lo ha hecho. Aquí ofrecemos la opinión de Frank Jorgen Weise, alto funcionario de la Agencia Federal de Empleo de Alemania, sobre cambio estructural, desarrollo demográfico, tasa de desempleo, tasa de empleo y trabajo temporal.
Adaptación, Macroeconomía, W.H. Branson – James M. Litvack, Princeton University.
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