Oscar Muñiz
En economía existen tremendistas, gurús, pitonisas, engaña
bobos, quirománticos, y todos aquellos que juegan con la sensibilidad de los
mortales, son aquellos que de una u otra manera juegan con los crédulos. En
este grupo figuran los políticos, ¡cuando no!, aquellos magos de la palabra, de
la escenificación, los inmaculados, los emparentados con los virtuosos, los que
a las mentiras las convierten en verdades.
La economía no puede predecir, no predice nada, no se
adelanta a los acontecimientos; en economía no existen los Nostradamus, porque
si fuera así, viviríamos en un mundo donde cada individuo sabría que hacer con
su futuro. Existe un proverbio “guarda pan para mayo”, palabras que todos
entendemos, que está al servicio de todo aquel individuo que con el libre albedrio
tome las precauciones necesarias para no pasar estrecheces, para evitarse un
apuro en caso de necesidad.
Estamos en el quinto año de crisis económica, existe un
mundo que al parecer no se percata de la crisis, es la minoría. Sin embargo
existe una gran mayoría que ve el futuro negro, una gran masa de desempleados, jóvenes
y no tan jóvenes. En el caso peruano esto se cumple al pie de la letra, pues
los empresarios son cautelosos cuando necesitan contratar personal. Una
encuesta arroja
que la expectativa de empleo en el tercer trimestre 2012 es de 22 %.
Confirma que el 24 % de los empleadores peruanos consideran aumentar su
personal, el 72 % no realizara cambios y el 3 % reducirá sus contrataciones,
todo por causa de la crisis internacional y por los conflictos sociales por lo
que atraviesa el país.
El sector con mayor expectativa es el de la banca y finanzas
y bienes raíces con un 33 %, siguiendo en orden de importancia los sectores del
transporte y servicio público (29 %), manufactura (29 %), minería y construcción
(26 %) y agricultura y pesca (24 %). A nivel regional Lima y Piura copan las
expectativas con un 27 %, Cusco 23 % y Junín 22 %.
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