Asesoria Economica Financiera y Medio Ambiente

23 de noviembre de 2006

La Inversión y el medio ambiente

La inversión es “el empleo productivo de los bienes económicos, es decir, la actividad que da como resultados una magnitud de bienes económicos mayor que la empleada. Estos bienes económicos pueden consistir en riquezas o medios monetarios”.

Este concepto es definitivo para colisionar con otras disciplinas específicamente con la ecología. La economía liberal hoy más que nunca está dispuesta a tomarse el tiempo necesario para terminar de conquistar al conjunto de las economías residuales después del fracaso de la economía planificada. Además se debe tener presente que el centro de interés de la economía liberal no es el bienestar, ya que este es un resultado más de la utilización de los recursos económicos inicialmente utilizados.

Desde nuestro punto de vista la segunda colisión que enfrenta la economía liberal es con el medio ambiente, acumulando riqueza en el tiempo más corto sin interesarle el ritmo de reposición natural de los recursos naturales ni la velocidad de recuperación del medio ambiente.

Lo inevitable está por llegar. Por un lado está el calentamiento global, problema planetario frente al cual las economias desarrolladas poco o nada hacen, especialmente por “reinventar” su forma de hacer riqueza. El Japón conoció sobre contaminación y produjo el libro Quality of The Environment in Japan 1980. Hoy el Tratado de Kioto hace poco honor a su noble propuesta, por que el contrincante es esa economía irracional y perversa que va contra todas las leyes naturales. Se imagina Las Vegas sin luces; siga imaginando, un Hong Kong sin energía para el funcionamiento de todo el aparato de limpieza publica. Imagínese una Europa jaqueada por las fuerzas naturales del derretimiento del casquete polar. Así como Africa fue destruida por las fuerzas coloniales y saqueadoras, Europa y Norte América están indefensas a la respuesta de la naturaleza. Sus economías no podrán hacer nada. Se verán impotentes con tan pobre capacidad regeneradora por que están engendradas por su irracionalidad productiva.

El otro problema es la globalización. Hoy más que nunca la interdependencia de los países es cada día mayor. Existe la premisa que cuando las economías se acercan por medio del intercambio comercial incentivan los mecanismos de la inversión y así impulsan la rueda al infinito de la acumulación del capital. China compite abiertamente con las economías de occidente desarrollado y sus mercancías ingresan a costos de producción que nadie puede competir; también está presente el libre comercio entre Canadá, México y los EE.UU.; tenemos el gran mercado común europeo y el APEC. Otros mercados de menos influencia pero de gran significado son el Mercado Común Andino, MERCOSUR, entre otros. No existe razón para denostar la acción positiva del comercio. El cuidado debe ser puesto en la madurez del Estado, los inversionistas e industriales, al tener presente tres elementos relacionados con el mercado y la inversión: la contaminación, el empleo de mano de obra y el uso de los recursos naturales.

Es cierto que en el Perú la mayor fuente de contaminación es la minería pero no deja de ser preocupante el deterioro progresivo de la agricultura. A propósito, aprovechamos para divulgar algunas características a tomarse en cuenta, con el propósito de alertar a los futuros inversionistas.

Algunas características de la geografía del Perú colisionan con las decisiones financieras. No siempre en el Perú se han tomado en cuenta los factores geográficos y regionales en los temas comerciales y de inversión. No es el propósito de estas lineas abundar sobre el tema, pero en señalarlo creemos que subrayamos que la diversidad ecológica decididamente influye en los resultados económicos.

La geografía peruana presenta contrastes físicos muy marcados. Con una superficie de 1’285,215 Km2 se encuentra ubicado entre los 0 – 18° de LS. Por tal razón debería tener un clima tropical; sin embargo la Cordillera de los Andes que corre de sur a norte por todo su territorio definen a las partes altas con clima entre templado y frío. Esta cordillera forma una especie de muralla que retiene las precipitaciones que proceden del Atlántico. Además la presencia del anticiclón del Pacifico Sur y la Corriente de Humboldt o Corriente Peruana de aguas frías definen a la Costa con un clima templado y condiciones de aridez muy marcada. Por esta razón el país se divide en tres regiones naturales Costa, Sierra y Selva.

La Costa se encuentra entre el Océano Pacifico y los 1500 m.s.n.m. con una superficie de 144,004 Km2. Tiene un relieve moderado con terrazas marinas, abanicos aluviales, dunas y depósitos de arena eólicas. Presenta la Subregión Tropical Arida y la Subregión Tropical o Templada Arida. Cada una de estas subregiones poseen temperaturas, precipitaciones y altitudes características. Es un área económicamente aprovechable en un 10% de su superficie física. Actualmente existen 760,000 Ha. Como superficie agrícola. La disponibilidad de agua es bastante limitada siendo el tiempo de avenida entre diciembre y marzo. Los cultivos principales son algodón, caña de azúcar y arroz.

La Sierra, presenta alturas entre los 1500 y 6700 m.s.n.m. Su extensión es de 335,170 Km2. Presenta cumbres escarpadas, profundas quebradas, valles estrechos y amplias mesetas, con una amplia gama de pisos climáticos, zonas ecológicas y formaciones edáficas. Su clima es seco y frío, con regímenes de lluvia anual variable, siendo las precipitaciones anuales de 200 a 1000 mm; esta es abundante entre diciembre y abril, bajando considerablemente entre mayo y noviembre. Se distinguen tres subregiones, la Subregión Arida o Semiárida Templada Fria, Subregion Semiárida Fría y la Subregión Arida o Semiárida a Subhumeda Dominante Templada Fría.

La Selva, esta ubicada en el flanco Oriental de la Cordillera de los Andes, extendiéndose hacia el llano amazónico. Ocupa una extensión de 806,041 Km2. Se distinguen dos sub regiones la Selva Alta y Selva Baja.

Estos son los rasgos geográficos del Perú y lo que se debe tener presente a la hora de invertir.

Para los interesados sobre los temas agrícolas se debe tener presente que como extensión tradicional la frontera agrícola es de 2’700,000 Ha. (2.1% de la extensión del territorio peruano) que incluye entre 400 y 500 mil hectáreas de tierras en descanso. Esta extensión se distribuye en la Costa 760,000 Ha., Sierra 1’500,000 Ha. y en la Selva 440,000 Ha. Sin embargo el potencial de los suelos en la Costa es de 13,637 Ha., Sierra 39,198 Ha. y Selva 75,686 Ha.

No hay agricultura sin agua y la disponibilidad de esta en la condición de escurrimiento superficial es de 2’043,549 m3x106 y el rendimiento medio anual es de 1’590,044 m3/hm2. La situación de escasez y abundancia espacial y temporal del agua se hace en razón de la localización de la población y de la especialización natural de las actividades productivas.

Aquí solamente llamamos la atención sobre el gran problema que confronta no solo la economía peruana sino también aquellos interesados en inversiones potenciales o en el fomento del comercio de productos agrícolas que en la ultima década ha sido fomentado. Nos referimos a la desertificación que se produce en el Perú y que hasta el presente no ha aparecido entre los tópicos de importancia para ser tratados en el futuro.

Debemos decir que el tema sobre desertificación fue tratado y planteado en 1990. Los trabajos se vieron concretados en la formulación de un plan de acciones para combatir la desertificación. En 1991 se develaron las causas y magnitud del problema. Se concluyó que la desertificación es la degradación de los recursos renovables (suelo, vegetación y agua principalmente) o la presión ecológica; se manifiesta en los cambios productivos de la cubierta vegetal y de la población animal, en el régimen acuífero, favorece los procesos erosivos causando entre otros problemas la destrucción de la cubierta vegetal y la salinización de los suelos.

Existen problemas ligados a la desertificación; en primer lugar la necesidad de salir de la actual situación de subdesarrollo y segundo atacar la perdida de productividad. Los temas que deben tenerse en cuenta a la hora de valorar las posibilidades económicas de invertir son: salinidad y mal drenaje, disponibilidad de agua, erosión hídrica, erosión eólica, tala indiscriminada de los bosques, deterioro de las lomas, inadecuadas practicas de cultivo, sobre pastoreo y utilización de las tierras agrícolas para otros fines. Desde el punto de vista del inversionista debe tenerse en cuenta en el análisis costo / beneficio, la introducción de cultivos con alta resistencia a la salinidad y contar con disponibilidad de nutrientes para el enriquecimiento de los suelos.

A la hora de tomar decisiones en la posible inversión se debe tener presente las limitaciones naturales y los factores geofísicos; las limitaciones financieras, para hacer frente a los factores naturales, las cuales deben quedar registradas en los presupuestos de inversión; y por último proveerse de un sistema de vigilancia y evaluación diseñado sobre bases técnicas contra la desertificación. Así también habrá que recordar que el progreso se materializa cuando se abren las puertas a la inversión, pero esta es inescrupulosa con la fuerza laboral en épocas de auge de la globalización. Se debe tener cuidado en el Perú de no caer en los equívocos de la Alemania moderna, que siendo la primera economía europea sucumbió ante SIEMENS. Qué será de las economías subdesarrolladas, como la del Perú, frente al gran capital y al capital financiero, convertirse nuevamente en esclavos al firmar el TLC con USA?

e-mail: munizasociados@gmail.com

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